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Hace unos cuantos días en el muro de Google+ de nuestra compañera Susi estábamos hablando de la goma xantana y de la mayonesa baja en grasa cuando alguien comentó que se podía hacer merengue vegano sin huevo usando el agua de cocer garbanzos en vez de claras de huevo. Yo nunca había oído ni leído tal cosa, pero después de aquel comentario no podía quedarme de brazos cruzados y me faltó tiempo para comprobarlo por mí misma.
Ingredientes
- Agua de envasado de los garbanzos, 125 g (*)
- Azúcar, 275 g
- Maizena, 1 cucharada sopera
Reconozco que no tenía demasiadas expectativas y empecé batiendo a mano, pero viendo que la cosa pintaba muy bien, puse a funcionar el robot de cocina y acabé preparando un merengue francés para hornear unos merengues como los que os enseñamos a hacer hace unos meses, pero ahora sin huevo.
Preparación del Merengue vegano sin huevo paso a paso
Como no necesitamos mucha estabilidad en el merengue ya que lo vamos a secar en el horno, lo que vamos a hacer es un merengue francés que es el más rápido de preparar.
Ponemos un colador sobre un bol y escurrimos los garbanzos para recoger todo el agua que viene en el frasco. Empezamos a batir con las varillas y enseguida vemos que el líquido se monta a punto de nieve como si fuese clara de huevo.
Cuando al levantar las varillas se forme un pico fino es el momento de empezar a añadir el azúcar en forma de lluvia mientras seguimos batiendo a velocidad alta. Seguimos batiendo hasta obtener un merengue firme y brillante. Bajamos la velocidad de batido al mínimo y añadimos poco a poco la Maizena tamizada para que se integre sin que se baje el merengue. Colocamos la mezcla en una manga pastelera con boquilla lisa o rizada.
Precalentamos el horno a 120ºC y forramos una bandeja con papel de horno (yo con estas cantidades necesité usar dos bandejas).
Con ayuda de la manga vamos dejando montoncitos de merengue intentando que tengan el mismo tamaño.
Horneamos a 120ºC durante hora y media, aunque a partir de la hora hay que vigilarlos cada poco pues no queremos que cojan color. En mi caso, como eran grandecitos tardaron casi 1 hora y 45 minutos.
Y ya veis, salieron merengues para repartir y para aburrir que se han conservado perfectamente crujientes durante bastantes días -hasta que se acabaron- guardados en un bolsa de plástico con cierre zip.
Resultado
He de reconocer que este merengue vegano sin huevo da el pego perfectamente, es la transformación vegana más conseguida que jamás he probado, pues a ninguno de los que los han catado se les ha pasado ni remotamente por la imaginación que no fuesen unos merengues hechos con clara de huevo y cuando les hemos confesado lo que era, las caras eran de “me estás tomando el pelo, ¿verdad?”.
Y, por supuesto, aprovechando que estaba el horno caliente después de secar los merengues y que había un montón de garbanzos resecándose en un colador, fue el momento perfecto para preparar unos garbanzos crujientes con especias.
No sé vosotros, pero yo ya me veo haciendo hueco en el congelador para ir guardando también el agua de cocer los garbanzos.