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El otro día me llamó una amiga para preguntarme cómo se hacían las fresas maceradas. Me quedé un poco sorprendida, porque es algo tan sumamente sencillo que pensaba que igual no merecía la pena contarlo aquí, pero viendo que pueden surgir dudas sobre todo respecto a las proporciones y como no se tarda nada en contarlo, aquí tenéis la receta para preparar fresas maceradas.
Ingredientes
- Fresas, 1 kg
- Vinagre, 2 cucharadas (*)
- Azúcar, 4 cucharadas soperas (**)
- (*) Puede ser vino blanco o tinto, zumo de lima, de limón o de naranja.
- (*) Pueden ser de miel o de azúcar de caña
Podemos hacerlo con vino -que sea bueno-, con zumo de algún cítrico como la lima, la naranja o el limón, o con vinagre. Personalmente prefiero este último porque es el que me parece más uniforme (el vino unas veces puede ser mejor que otras, hay limones muchísimo más ácidos que otros, en cambio, el vinagre, si siempre usamos la misma variedad, apenas cambia el sabor o la acidez).
Preparación de las Fresas maceradas
- Lavamos las fresas por tandas poniéndolas en un colador, enjuagándolas bajo el chorro de agua fría.
- Las ponemos sobre papel absorbente y con más papel las secamos a “toquecitos”.
- Retiramos el rabito y las cortamos en dados de aproximadamente un centímetro de lado.
- Las ponemos en una fuente honda, las salpicamos con el vinagre para que este se reparta bien y añadimos el azúcar.
- Mezclamos todo bien con ayuda de una cuchara y dejamos reposar media hora en la nevera. También podemos dejarlas de un día para otro si queremos que tengan mucho líquido.
- Servimos en vasitos o en cuencos individuales los trozos de fresas maceradas regados con el jugo.
Resultado
Cuanto mayor sea el tiempo que dejemos reposar las fresas maceradas mayor será la cantidad de líquido que suelten, que será como un almíbar con un intenso sabor a fresas.
A mí personalmente me gustan con una maceración corta, de una media hora o una hora como mucho.
El jugo que sueltan, se puede reducir a fuego lento en un cazo y tendremos un exquisito sirope de fresa casero que guardaremos en un biberón en la nevera y lo podremos usar para helados, yogures, etc.
Si aún no habéis probado las fresas maceradas, os recomiendo que no tardéis.