Tiempo: 20 min Reposo: 2 h Cocción: 15 min Dificultad: 2/5 Unidades: 12
Ingredientes
- Mantequilla, 90 g
- Leche fresca, 300 ml (*)
- Levadura fresca de panadería, 25 g
- Sal, ½ cucharadita
- Azúcar, 85 g
- Huevos, 1+1 (*)
- Cardamomo molido, 1 cucharadita (**)
- Impulsor químico tipo Royal, ½ cucharadita
- Harina de trigo, 600 g + 75 g (***)
- Azúcar glas
- Nata montada azucarada
- Mermelada casera de frutos rojos (****)
- Para el relleno de los semlor o bollos suecos:
- (*) 1 huevo para la masa y otro para pintar los semlor antes de hornearlos. Por supuesto, leche y huevos a temperatura ambiente.
- (**) Yo no he sido capaz de conseguirlo molido, así que he machacado las semillas y las he infusionado en la leche para que soltasen todo su aroma.
- (***) 600 g para la masa y el resto para enharinar la encimera según vaya haciendo falta al darles forma.
- (****) Lo típico es rellenarlos con una crema de almendra parecida al mazapán que se llama mandelmassa, pero en esta ocasión no me ha sido posible prepararla.
Hace ya unos cuantos años que descubrí estos semlor o bollos suecos de cardamomo (en singular, semla) en el blog de Ibán Yarza y nada más leer en la introducción, cito textualmente “Ante el primer mordisco a un semla uno solo puede sonreír, celebrar la felicidad de estar vivo y compartir aquello con los que quieres”, supe que estaban destinados a convertirse en un plato fuerte de mi recetario personal.
Como últimamente, apenas repito recetas para poder contaros cosas nuevas, llevaba un montón de tiempo sin hacerlos, pero el otro día viendo a Ibán preparar estos semlor o bollos suecos de Cuaresma en el programa de Robin Food me di cuenta de que tampoco podían faltar en el recetario de Cocinillas.
Preparación de los Semlor o bollos suecos de Cuaresma y Semana Santa
- Si no tenemos el cardamomo molido, lo primero será abrir las vainas para extraer las semillas, machacarlas el infusionar la leche caliente, pero sin que llegue a hervir durante unos 5 minutos. Dejarla atemperar y colarla.
- En el bol de la amasadora ponemos la harina, la sal y el impulsor. Deshacemos la levadura fresca mezclándola con un pellizco de harina y frotando con los dedos.
- Añadimos el azúcar, la leche infusionada con cardamomo, un huevo y la mantequilla fundida. Ponemos a funcionar la amasadora a velocidad lenta durante unos 3 minutos para que se mezclen bien los ingredientes y luego unos 10 minutos a velocidad rápida hasta tener una masa lisa y suave que volcaremos en la encimera ligeramente enharinada. Le damos forma de bola y la dejamos reposar en un lugar cálido (yo he descubierto que en mi cocina el sitio perfecto es junto al motor de la nevera) durante una hora o hasta que veamos que, como mínimo haya duplicado su volumen.
- Pasado este tiempo, la amasamos ligeramente para desgasificarla, la cortamos en porciones de unos 90 – 100 g, las boleamos con ayuda de la harina restante, las aplastamos ligeramente y las colocamos bien separadas en bandejas forradas con papel de horno.
- Dejamos reposar otra hora para que los bollos dupliquen su volumen.
- Precalentamos el horno a 210ºC y, cuando esté a esa temperatura, pintamos los bollos con huevo batido y los horneamos durante unos 15 minutos (si vemos que empiezan a dorarse demasiado durante la cocción los tapamos con papel de aluminio).
- Cuando estén listos, dejamos enfriar los semlor o bollos suecos sobre una rejilla.
- Para servir, se abren por la mitad, se rellenan con la pasta de almendra (en este caso, la mermelada), una capa generosa de nata y se espolvorean con azúcar glas.
Resultado
Dice Ibán Yarza, que hay dos formas de comer los semlor o bollos suecos de cardamomo, una comiendo primero la tapa untada en la nata y luego el resto y la otra metiéndolo en un tazón de leche caliente para que se convierta en una especie de torrija. Yo os confirmo que hay más, simplemente a mordiscos como si fuese una hamburguesa, saboreando todo el conjunto a la vez, o solos, el bollo de cardamomo sin más y, si consigue sobrevivir alguno hasta el día siguiente, cortado en rebanadas y tostado es una auténtica maravilla.
Definitivamente, tenéis que probar estos semlor o bollos de Cuaresma. Os aseguro que no os cansaréis de repetir.