Aprovechar el pan que sobra del día anterior es un común denominador en las cocinas de todo el mundo, y de hecho muchas son las recetas que vienen de sobras o restos de otras. Lo que en España llamamos torrijas, en el mundo sajón es conocido como french toast, y en Francia se llaman pain perdu, literalmente pan perdido.

Ingredientes

  • 2 rebanadas de pan viejo
  • 1 huevo
  • 200 ml de leche
  • 1-2 cucharadas grades de azúcar
  • 1 cucharada pequeña de canela
  • 1 cucharada pequeña de aroma de vainilla

Hay diferencias entre la toriija y la french toast, pero la idea es la misma, reutilizar el pan que ha quedado duro, humedeciéndolo y pasándolo por la sartén. Quizás la mayor diferencia es que la torrija se pasa por un rebozado final de azúcar y canela, mientras que la tostada francesa no.

Preparación de French toast

La preparación de la french toast no podría ser más fácil, y es que mientras que las torrijas llevan algo más de trabajo y suelen dejar la cocina más patas arriba, las french toast están pensadas para hacerse más fácilmente, por lo que son perfectas para un buen desayuno.

Lo primero que haremos será batir el huevo, para después añadir la leche, azúcar, canela y vainilla y remover para que quede todo bien mezclado.

Remojamos el pan en la mezcla, empapando bien pero sin que sature y acaben rompiéndose las rebanadas. La idea es “resucitar” el pan y que queden bañados en la mezcla para que se fría luego el huevo.

En una sartén derretimos un poco de mantequilla (cuanto más pongamos más sabrosas quedarán, pero hay que cortarse un poco con la mantequilla) y a un fuego medio-alto, más o menos 7/10, freímos el pan remojado en nuestra mezcla.

Lo tendremos unos 3 minutos por cada parte, hasta que quede dorado como veis en las fotos.

Resultado

Una receta perfecta para hacerse en el desayuno un fin de semana. La french toast es rápida, sencilla y muy rica, además de potente para reponer o coger energías, según lo que necesitemos la mañana del domingo 😉