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Si hay un marisco que por poco precio dé un resultado estupendo, ese es el mejillón. Quedan maravillosos abiertos al vapor, simplemente en agua, o con limón, o un chorrito de vino blanco, y son la base perfecta para aliñarlos como más nos gusten. Cocinados de esta manera más básica, se pueden conservar varios días en perfectas condiciones, desprendidos de su concha y metidos en un bote, preferiblemente de cristal, cubiertos con el jugo de la cocción.
En todo caso, se habrán de cocinar tan solo unos minutos, hasta que veamos se vayan abriendo, pues si no, quedarán secos y chiclosos. Desecharemos los que no se abran pues esos no serán aptos para el consumo. Son rapidísimos de preparar, con el único inconveniente de tener que limpiarles las barbas y las incrustaciones más grandes, pues tampoco es necesario que su concha esté lustrosa.
Toques festivos, se les pueden dar muchos, para lograr un aperitivo o primer plato de lujo. Quedan estupendos a la marinera, con una salsa de nata, cebolla y vino que es algo muy belga, también "alla puttanesca" utilizando la mítica salsa italiana picante y con un puré de patata en la base, en escabeche, con una simple vinagreta, o incluso gratinados con bechamel o el mítico mejillón tigre en su versión más castiza. Pero es además un bivalvo internacional, que combina a la perfección con especias de todo tipo.
En este caso, con aquellas asiáticas, como son el curry y la leche de coco. De hecho, recuerdo que en Tripea ofrecían unos mejillones al curry con bastante fama, pero nunca llegué a probarlos.
Para esta receta, vamos a coger el camino fácil y no vamos a hacer el curry casero como vimos en los huevos al curry (míticos en la India) o en las carrilleras al curry massaman. Para preparar la salsa, empezaremos tostando la mezcla de especias en mantequilla a fuego muy bajo, pues esta se quema con facilidad, para añadir enseguida la pasta de curry. Esta la podéis elegir al gusto, según os guste, entre otros matices, menos o más picante, entre verde, amarillo y rojo, y a la que, para suavizar, añadiremos caldo de pescado (que habremos hecho simplemente cociendo unas espinas de cualquier pescado durante 15-20 minutos), y leche de coco.
Lo ideal sería utilizar un caldo propio de los mejillones, con la pequeña cantidad de agua con la que se cuecen además del jugo que ellos sueltan. Terminaremos el plato con unos muy necesarios aromas de hierbas frescas, como son el cilantro, si quisiéramos podríamos añadir también hierbabuena y albahaca.
Cómo hacer mejillones al curry
Ingredientes
- Mejillones, 1 kg
- Mantequilla, 40 g
- Pasta de curry verde, 2 cucharaditas
- Garam Masala, 3 cucharaditas
- Caldo de pescado (o marisco), 200 ml
- Leche de coco, 100 ml
- Sal, c/s
- Lima o limón, un chorrito (al gusto)
- Cilantro fresco. Opcionales albahaca y hierbabuena.
- Jengibre fresco, 3 cm
Paso 1
Saltear en la mantequilla la pasta de curry y el garam masala
Paso 2
Añadir el caldo de pescado y el coco y dejar cocinar
Paso 3
Abrir los mejillones al vapor con el jengibre
Paso 4
Regar los mejillones abiertos con la salsa.
Paso 1
Derretir la mantequilla a fuego bajo, añadir las especias y la pasta de curry y dorarlas ligeramente hasta que estén bien aromáticas. Incorporar entonces el caldo de pescado y la leche de coco y dejar cocinar durante unos 15 minutos a fuego mínimo. Poner a punto de sal y también agregar un chorrito de lima o limón. También podríamos añadir al curry un trozo de lemongrass o unas hojas de lima kafir.
Paso 2
Limpiar bien las barbas de los mejillones, con la ayuda de una puntilla iremos quitando las que aparezcan entre las conchas, tirando ligeramente.
Paso 3
Poner los mejillones en un cazo, agregar cuatro cucharadas de agua y el trozo de jengibre pelado tapar y poner al fuego máximo. Los mejillones se abrirán muy rápido, tenemos que estar atentos e ir sacándolos a medida que veamos para que no se nos pasen de cocción.
Paso 4
Ir retirando los mejillones que se vayan abriendo, azotando ligeramente la olla de vez en cuando. Cuando estén todos abiertos, con cuidado de que no se pasen porque se quedarían secos, regar con la salsa de curry. Terminar con el cilantro y, si queremos, también con un poco de hierbabuena y la albahaca por encima.