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Si tengo que pensar en algo de comer que automáticamente me transporte al verano lo primero que me viene a la mente son las sandías y las sardinas, pues se trata de dos alimentos que en esta época del año están en su mejor momento.
Y de sardinas vamos a hablar hoy, un pescado azul que da mucho juego en la cocina en recetas como escabeches y empanadas, que también es uno de los más utilizados para la elaboración de conservas y salazones.
Pero para mí, sin duda alguna, uno de los sabores estivales es el de las sardinas asadas, es el sabor con el que se inauguraban los veranos gallegos en la noche de San Juan. Esas sardinas jugosas, comidas con las manos sobre un trozo de pan de brona empapado en los jugos del pescado.
En el sur también se asan sardinas en verano, los archiconocidos espetos malagueños, que se elaboran ensartando sardinas de pequeño tamaño en un espeto y asándolas en las brasas generalmente en la orilla del mar. Pero cuando no haya opción de asar nuestras sardinas al aire libre, no hay que quedarse con las ganas pues con este pequeño truquito que os voy a contar en un momento se pueden hacer unos espetos de sardinas en casa y sin que se enteren todos los vecinos por el olor.
Sardinas, un pescado económico y muy saludable
Las sardinas forman junto con los boquerones y las caballas el grupo de pescados azules más consumidos. Su contenido en grasa es variable, siendo el más alto en verano, por eso es cuando están más ricas y jugosas.
Según la Fundación Española de la Nutrición "el aporte de ácidos grasos poliinsaturados omega-3, por una ración, casi cubre el 100 % de los objetivos nutricionales recomendados para la ingesta diaria de la población. Las proteínas, de alto valor biológico, suponen una significativa contribución a la ingesta diaria de las mismas.
Respecto a los minerales, el fósforo es el oligoelemento mayoritario —una ración de sardinas cubre el 93 % de las ingestas diarias recomendadas (IR/día) para hombres y mujeres—. Además las sardinas son fuente de selenio, mineral que contribuye al mantenimiento de las uñas y el cabello en condiciones normales. Entre las vitaminas se encuentran algunas del grupo B como la B12, B6, niacina y riboflavina.
Las sardinas contienen también cantidades significativas de vitamina D, la cual contribuye a la absorción y utilización normal del calcio y el fósforo"
Cómo hacer espetos de sardinas en casa y sin olores
Ingredientes
- Sardinas de pequeño tamaño, 5 o 6 por persona
- Sal gruesa
- Aceite de oliva virgen extra
- Papel de horno
Paso 1
Ensartar las sardinas en los espetos
Paso 2
Salarlas generosamente con sal gruesa
Paso 3
Engrasar el papel de horno con aceite de oliva virgen extra, colocar las sardinas espetadas sobre la parte engrasada, doblar el papel y cerrar ligeramente los bordes.
Paso 4
Poner a calentar una sartén y cuando esté bien caliente, colocar el paquete con las sardinas de manera que el espeto quede por encima de la espina. Cocinamos un par de minutos, damos la vuelta al paquete y cocinamos por el otro lado.
Paso 5
Sacamos las sardinas del paquete y servimos.
Las sardinas se asan enteras, sin eviscerar y sin quitar la cabeza, pues así es como más jugosas quedan. Antes de ensartarlas, lo que sí podemos hacer es limpiarlas con un paño frotando con suavidad para retirar escamas que puedan estar sueltas.
Paso 1
Ensartamos las sardinas en los espetos, la mejor forma de hacerlo es sujetando la sardina con una mano y clavando el espeto por debajo de la espina. Una vez colocadas en los espetos, las salamos generosamente con sal gruesa.
Paso 2
Engrasamos el papel de horno con aceite de oliva virgen extra, colocamos las sardinas espetadas sobre la parte engrasada, doblamos el papel y cerramos ligeramente los bordes. No hay que cerrar los pàquetes con varios dobleces como si fuera un papillote porque no queremos que se genere vapor dentro del paquete, pero sí taparlas lo suficiente como para que no se produzca una humareda con olor a sardina. El papel además evitará que nos quede olor a sardinas en la sartén, que luego es muy difícil de eliminar.
Paso 3
Ponemos a calentar una sartén y cuando esté bien caliente, colocamos el paquete con las sardinas de manera que el espeto quede por encima de la espina. Cocinamos un par de minutos, damos la vuelta al paquete y cocinamos por el otro lado.
Paso 4
Sacamos las sardinas del paquete y servimos inmediatamente, pues recién hechas es cuando más ricas están.