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Chocos, choquitos, chopitos son distintas formas de llamar a estos pequeños cefalópodos que cuando alcanzan mayor tamaño se conocen más como sepia o jibia. Se pueden comer fritos, a la plancha o en suculentos guisos marineros como este de chocos en su tinta. En Galicia son muy típicos en la zona de Redondela, pues ahí tienen una calidad excepcional.
Ingredientes
- Chocos frescos pequeños, 600 g
- Cebolla, 1
- Ajos, 4 dientes
- Aceite de oliva virgen extra, 4 cucharadas
- Vino tinto, 50 ml
- Tomate triturado, 100 ml
- Caldo de pescado, 150 ml
- Tinta de sepia, 1 bolsa (opcional)
- Laurel, 1 o 2 hojas
- Harina de trigo, para enharinar
- Sal
- Alioli para servir
Preparación de los chocos en su tinta
1: Limpiar los chocos
Si se trata de chocos muy muy pequeños como en este caso, basta con que retiremos el “barquillo”, aunque si son más grandes, también habrá que retirar las vísceras teniendo cuidado de reservar las bolsas de tinta.
2: Preparar el sofrito
En una cazuela baja o en una sartén ponemos a calentar el aceite y sofreímos la cebolla picada junto con los dientes de ajo prensados para que queden lo más finos que sea posible. Añadiremos un poco de sal, pero no demasiada.
3: Preparar el guiso
Cuando la cebolla haya cogido un poco de color, enharinamos los chocos y los añadimos a la sartén.
Damos unas vueltas, subimos el fuego y añadimos el vino tinto. Dejamos a fuego vivo removiendo de vez en cuando hasta que se evapore el alcohol. Cuando se haya evaporado, añadimos el tomate triturado y lo dejamos sofreír durante unos 5 minutos.
Finalmente, añadimos el caldo de pescado, un par de hojas de laurel y dejamos cocinar a fuego bajo durante unos 20 – 25 minutos hasta que los chocos, que disminuyen bastante de tamaño, estén tiernos. Cuando esté listo, probamos y, si hiciese falta, rectificamos de sal. Si queremos que el guiso quede de un color negro muy intenso, añadiremos un sobre de tinta de sepia junto con el caldo.
4: Servir
Se sirven inmediatamente, preferiblemente con una guarnición que absorba bien la salsa, y con un poco de alioli.
Notas
Los chocos son geniales para preparar un delicioso arroz negro, aunque también pueden guisarse solos y servirse acompañados de pasta, arroz blanco, puré de patatas o cachelos – patatas gallegas cocidas con piel-. También os digo que la salsa es de las que hacen desaparecer el pan como por arte de magia.
La gracia del plato está en comprar los chocos frescos sin limpiar y aprovechar su propia tinta para el guiso, aunque también podremos hacer el apaño con chocos congelados ya limpios y tinta de sepia de la que se vende también congelada.