Cuando compramos rape en casa, lo primero que suelo pensar es “mmmm… sopa de pescado”. En general no me gusta hacer el rape al horno porque cuando lo he intentado ha quedado muy seco y correoso. Esta vez, por imposición conyugal, y en contra de mi criterio inicial, me he visto obligado a hacerlo al horno. En esta ocasión lo he intentado con más temperatura, pero a la vez con suficiente “líquido” en la fuente del horno como para que no pierda jugosidad y no se seque.
Ingredientes (para 4 personas)
- Cola de rape (approx 1 kg una vez limpia)
- 3 o 4 patatas
- 1 cebolla
- 1/2 kg de berberechos
- 2 dientes de ajos
- 200 gr de gambas (yo sólo tenía cocidas, pero quedará mejor con gamba cruda)
- Aceite, sal, pimienta, pimentón
- Vino blanco tirando a dulce (yo he usado un Tariquet del 2007)
El rape, pez sapo o pixín, es un pescado blanco de agua salada conocido tanto por la fealdad del “bicho” como por la calidad de su carne, jugosa y compacta. Os explico como prepararlo al horno, con patatas y cebollas, acompañado por unos berberechos al vapor y un sofrito de ajos y gambas. Los berberechos van hechos con vapor de vino blanco dulce, para suavizar su sabor.
Preparación
Precalentamos el horno a 220ºC. Pelamos y cortamos en rodajas finas las patatas y las cebollas. Cuando esté caliente el horno, metemos la fuente con las patatas y la cebolla, un poco de sal, una cantidad generosa de aceite. En un vasito echamos un dedo de vino dulce y un dedo de agua, y lo añadimos a las patatas por los bordes de la fuente, intentando que no caiga encima de las patatas. Deberemos dejarlo en el horno unos 10 minutos.
Mientras tanto cogemos la cola del rape, y la salpimentamos al gusto. Podemos espolvorear un poco de pimentón dulce para darle color.
Una vez que hayan pasado los 10 minutos con las patatas en el horno, sacamos la fuente y ponemos la cola de rape encima, con un chorro de aceite adicional por encima del pescado. Lo volvemos a meter al horno durante 25 minutos (empezar con la parte de abajo del pez hacia arriba, y darle la vuelta hacia la mitad del tiempo para su presentación final).
Un rato antes de que termine de hacerse el pescado, en una cacerola mediana con tapa, echamos medio vasito de agua y medio vasito de vino blanco dulce y los berberechos (previamente lavados). Tapamos y removemos de vez en cuando hasta que los berberechos se hayan abierto del todo (unos 2 o 3 minutos). Apartamos los berberechos y los dejamos tapados.
A continuación calentamos aceite en una sartén y echamos los dos dientes de ajo cortados en láminas. Enseguida echamos con las gambas peladas a la sartén. Cuando los ajos estén dorados, añadimos un poco de pimentón y lo removemos. Inmediatamente (para que el pimentón no se queme), añadimos un poco del caldillo de la cazuela de los berberechos (no mucho, como 3 o 4 cucharadas soperas) y lo removemos para que se mezcle y quede un color naranja oscuro.
Cuando el pescado esté listo, echamos el sofrito con las gambas por encima, lo cortamos en rodajas, y lo servimos junto con las patatas y cebolla, y acompañado de una guarnición de berberechos al vino blanco.
Resultado
El resultado ha contado con la aprobación de crítica y público (pocas veces oyes lo de “déja un poco que mañana me lo llevo para comer en el curro”).
Tiempo: 45 minutos
Dificultad: 4/5
Digestión: 3/5
Precio: 10€ por persona (el precio del pescado fluctúa bastante)