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Cuando pienso en cocinar algo fácil y sustancioso que me permita compartir con mis amigos, la respuesta es fácil, ¡pasta! Es de mis comidas favoritas en el mundo y es por esta razón que cuando cocino pasta intento rendirle homenaje a lo aprendido durante el tiempo que viví en uno de los países que posee una de las culturas gastronómicas más ricas del mundo: Italia. Además, todos necesitamos una receta de pesto de albahaca en nuestras cocinas ya sea en su versión tradicional o con mi versión de este clásico italiano, pues te garantizo que podrás usarlo para hacer mucho más que un riquísimo plato de pasta. De manera que hoy te enseñaré paso a paso cómo preparar esta receta simple y rápida que le aportará mucho sabor y color a tus comidas.
Ingredientes
- Piñones, 150 g
- Albahaca fresca, 70 g
- Menta fresca, 5 g
- Queso parmesano, 50 g
- Ajo, 2 dientes pequeños
- El zumo de un limón pequeño
- Aceite de oliva, 125 ml
- Aceite de trufa, 1 cucharada grande (opcional)
- Bacon en cintas, 300 g
- Sal
- Pimienta al gusto
- 1 taza de agua tibia (*)
- 1 k de Pasta Penne rigate (**)
(*) El agua es para añadir al pesto en caso de que os guste la salsa con una textura más fluida.
(**) Podéis usar la pasta de vuestra preferencia o la que tengáis en casa.
Preparación de la pasta con pesto rápido de albahaca y bacón
Ponemos a hervir el agua para la pasta con una cucharadita de aceite de oliva. Pelamos los ajos y preparamos el resto de los ingredientes para el pesto
01: Hacer el pesto
Comenzamos por tostar un poco los piñones, pero con mucha atención y cuidado porque se queman muy rápido y no queremos que estén muy oscuros. Luego agregamos poco a poco todos los ingredientes en el vaso de la licuadora o un procesador de alimentos (excepto la taza de agua, el aceite de trufa y no todo el queso, solo 40g y reservamos el resto) y mezclamos durante 1 minuto. Personalmente me gusta mezclar bastante bien el mío, pero dejando algunos pequeños trozos de hojas de albahaca para no hacerlo completamente “suave”.
Pasamos el pesto a un envase y añadimos el aceite de trufa (en caso de tenerlo), el resto del queso y mezclamos lentamente. Llegados a este punto si queremos el pesto más “liquido” le agregamos poco a poco el agua tibia hasta obtener la textura deseada.
02: Sofreír el bacon y mezclar el pesto con la pasta
El agua ya debería estar hirviendo, añadimos la pasta y la dejamos cocinar. Mientras se cocina la pasta, en una sartén pequeña sofreímos el bacon a fuego medio y estamos muy pendiente de que la pasta no se nos pase, la queremos “al dente”.
Cuando la pasta este en su punto la volcamos en una sartén o una bandeja grande y le añadimos la cantidad de pesto que queramos –yo suelo poner dos cucharadas grandes- y lo mezclamos bien. Guardamos en un frasco el resto del pesto que nos sobre.
03: Servir
Tomamos nuestra sartén o bandeja y “espolvoreamos” el bacon por encima. Para darle más color y hacer más “rústica” el aspecto de nuestra pasta, podemos usar también las hojas de albahaca y un poco de piñón que nos hayan sobrado. Nos quedara una presentación apetecible y ¿por qué no? ¡instagrameable también! Eso sí, no te olvides de etiquetar a @cocinillas_es para que podamos ver tu obra maestra 😜
Notas
Mi mejor amigo estaba de cumpleaños – y encima es italiano- así que decidí festejarlo de la mejor manera posible a mi alcance, ¡haciéndolo sentir en casa! Por eso preparé esta maravillosa receta de pasta al pesto y lo celebramos en mi terraza con un buen vino y mucho pan per fare la scarpetta ¡por supuesto! Pero, además, este pesto es uno de mis elementos básicos y una vez al mes durante un fin de semana hago “un lote” y así tengo pesto para otras recetas durante toda una semana.
Os prometí que haríais más que pastas con este pesto ¿lo recordáis? Pues os dejare algunas ideas con las que podréis usar este maravilloso pesto. Yo personalmente lo uso para agregar instantáneamente sabor, color y textura a mis comidas: se integra muy bien en un simple plato de pasta para una comida en 10 minutos y le aporta un color bastante apetecible visualmente como ya habéis visto. También podemos untar un poco en unas tostadas para el desayuno, en nuestros sándwiches o bocatas favoritos, a unos vegetales asados e incluso hornear pollo troceado al pesto como he hecho yo, agregándole solo algunos tomates cherry:
Otra de las bondades de este maravillo pesto es que se congela y conserva muy bien en la nevera, de manera que podemos usarlo cuando queramos sin preocuparnos. Espero que disfrutéis de la receta, os sintáis creativos y hagáis platos deliciosos y bonitos con él.