¿Habéis oído hablar alguna vez de la quinoa? Seguro que sí, y es que este pseudocereal está de moda desde hace ya unos años, y en los últimos meses el interés por sus propiedades ha llegado a las cotas más altas.

Los pseudocereales son un tipo de plantas que, aunque se usen como cereales, no lo son en realidad, ya que no son en realidad gramíneas. Bolivia y Perú son los dos países que más quinoa producen en el mundo, y debido a la escasez que se empieza a producir de este alimento en lugares donde ha sido la base de la subsistencia, su cultivo se ha tenido que extender a otros países como Estados Unidos, que ya es el tercer mayor productor a nivel mundial.

Esta escasez creada por el gran interés que el mundo desarrollado tiene por la quinoa ha provocado un aumento del precio en este pseudocereal que ha llevado a que los países que originariamente la cultivaron hayan tenido que reducir el consumo por no podérsela permitir económicamente. Es por eso que siempre que podamos recomendamos comprar quinoa de comercio justo y a poder ser orgánica.

Cómo preparar quinoa

El proceso de preparación de quinoa es realmente sencillo, y muy parecido al del arroz, así que si hemos cocido alguna vez arroz no va a ser nada difícil.

Lo primero que tenemos que hacer es conseguir un colador de agujero muy fino para limpiar bien la quinoa. Digo que el colador sea fino porque la quinoa es muy pequeña, y por un colador normal se escapará. La limpieza de la quinoa nos llevará unos 5 minutos y se hace porque de lo contrario quedará con un sabor amargo algo desagradable, así que es imprescindible seguir este paso, aunque existen marcas que venden la quinoa ya lavada.

A continuación secaremos bien la quinoa y tostaremos al fuego 7/10 con un poco de aceite de oliva virgen extra durante unos 2-3 minutos, hasta que coja un ligero color tostado y notemos que está desprendiendo sus aromas.

Añadimos dos partes de agua por cada parte de quinoa que tengamos lavada, llevamos al punto de ebullición y bajamos hasta tener el fuego a la mínima potencia que mantenga un hervor ligero. Estará de 10 a 15 minutos, hasta que haya doblado su volumen y consumido todo el agua que había.

Y ya tenemos preparada la quinoa. Ahora podemos usarla como el arroz, agregarla a un salteado, comerla sola, con salsa de soja, de acompañamiento para el pollo o como más nos apetezca, las posibilidades de la quinoa son enormes.