Organizamos una cena para ver el fútbol con los amigos en casa y al final nos damos cuenta de que hemos invitado a ciento y la madre y para darles de cenar vamos a tener que preparar al menos 4 pizzas. Por supuesto, el día del partido no estamos dispuestos a pasarnos la tarde estresados en la cocina. En una situación como esta, estos consejos para conservar masa de pizza casera son providenciales.
Y por supuesto, el poder conservar masa de pizza casera es algo que también nos resultará muy útil para poder disfrutar de una buena pizza en cualquier situación de emergencia o, simplemente, para aprovechar algunos restos sabrosos como el caso de la que veis en la foto, que se hizo para aprovechar unas sobras de nuestro Pisto con huevos gratinados.
Cómo conservar masa de pizza casera
Podemos conservar masa de pizza casera en:
- La nevera, y nos aguantará de un día para otro. Es la mejor opción para la cena con amigos, Hacemos la masa la víspera y la dejamos en la nevera casi hasta la hora de cenar.
- El congelador, nos permitirá guardarla durante semanas, por lo que cuando nos metamos en harina y nos pongamos manos a la obra con nuestra masa de pizza casera favorita es buena idea hacer bastante cantidad para guardar algunas porciones que nos servirán para hacer otras pizzas en un momento o para nuevas recetas como estas bolas de pizza o una deliciosa focaccia.
Métodos para conservar masa de pizza casera
Método 1: Sin estirar
Una vez que la masa haya fermentado y doblado su volumen, la amasamos ligeramente para desgasificarla y,
- si la vamos a dejar en la nevera hasta el día siguiente, le damos forma de bola sin cortarla, la ponemos en un bol y la tapamos con papel film. Para utilizarla, la sacamos de la nevera media hora antes de usarla.
- si la vamos a congelar, la cortamos en porciones, les damos forma de bola, las envolvemos en un trozo de papel film ligeramente engrasado con aceite de oliva y las congelamos. Es un método que está bien cuando el congelador es pequeño, ya que las bolas de masa se acaban guardando por cualquier resquicio, pero tiene la contrapartida de que para utilizarlas hay que esperar a que se descongelen completamente.
Método 2: Estirada
Una vez que la masa ha fermentado y doblado su volumen, la desgasificamos, separamos en porciones, las estiramos y las guardamos en la nevera o el congelador como si fueran obleas de masa para empanadillas, es decir, separadas por una lámina de papel de horno engrasada y el conjunto bien envuelto en papel film.
A mí es el método que más me gusta, ya que se pueden utilizar directamente, incluso estando congeladas se pueden usar tal cual, simplemente poner encima nuestros ingredientes y hornear.
Una variante de este método para conservar masa de pizza casera sería hornear la masa estirada durante 5 minutos, dejarla enfriar y congelar. Así tendríamos nuestras propias bases de pizza precocinadas como las que se venden.
El principal inconveniente es que necesitamos tener sitio suficiente en el congelador para que podamos meter las bases sobre una bandeja o plato para que se mantengan planas y no se deformen durante la congelación.
Método 3: Enrollada
Es un método para conservar masa de pizza casera a medio camino entre los dos anteriores, ya que nos permite ahorrar espacio en el congelador y también nos permite ahorrar tiempo a la hora de descongelar. Es algo tan simple como estirar la masa sobre una lámina de papel de horno engrasada y enrollar esta de la misma manera que las masas frescas para pizza industriales. De esta manera, a la hora de usarla, basta sacarla del congelador y dejarla sobre la encimera de mármol unos 15-30 minutos hasta que podamos estirarla sin que se nos rompa.
Y ahora que ya conoces todos nuestros trucos para tener pizza casera en cualquier momento, ¿te animas a amasar?