- Total: 30 min
- Comensales: 2
Me encanta el estilo de Yotam Ottolenghi. Este cocinero inglés con raíces de Oriente Medio, que cada vez es más conocido en España, ha creado toda una escuela alrededor de la comida, haciendo hincapié en todo el mundo vegetal. Ahora tiene ya varios establecimientos en Londres y es aclamado por todos los morros finos que buscan comer saludable, vistoso y delicado. Esta ensalada sigue un poco ese concepto y, además, es un plato que lo mismo nos sirve de acompañante como de principal y que se hace en menos que canta un gallo.
Lo único que nos requerirá fuego será el tostado de los piñones, que lo podremos hacer tanto en una sartén con mucho cuidado como en el horno con el mismo cuidado, porque se queman con una facilidad pasmosa y cogen un sabor tremendamente desagradable. Para el resto de la receta únicamente necesitaremos un pelador o mandolina para lonchear finamente el calabacín y la paciencia de dejarlo macerando en limón y sal durante media hora, para que se ablande ligeramente y resulte menos chocante comerlo en crudo; que se puede perfectamente.
Como aliño contaremos únicamente con un buen aceite de oliva virgen extra y unas gotas de zumo de limón, que casan a la perfección con el contrapunto del queso Villalón, fresco, y también con la cremosidad del aguacate en su punto perfecto de maduración.
El calabacín blanco lo podréis cambiar también por calabacines baby tanto amarillos como verdes, que resultan ideales en esta preparación, y con el aguacate incluso podríais hacer algún majado tipo guacamole, pero personalmente me gusta más encontrarme los dados de esta fruta. Parece tan sencilla que no puede ser sorprendente, ¿verdad? Pues sí, lo es. Probad, probad...
Si sois amantes del calabacín y no podéis dejar de hacer cualquier receta de calabacín que veis, esta se convertirá sin duda en uno de vuestros recurrentes. Igual que los buñuelos de calabacín y gorgonzola (extracremosos) o cualquier versión en crudo de este vegetal: en carpaccio, como pasta con salsa de trufa o en canelones crudiveganos. La combinación con el aguacate, además, es ya una vieja conocida como en el salmorejo de aguacate y calabacín y nunca falla.
Por supuesto, los piñones los podéis cambiar por nueces o almendras o, incluso mejor, por nueces de macadamia, y el queso puede ser intercambiado por cualquier queso fresco al gusto o que tengáis en la nevera. Ya sabéis que siempre es mejor aprovechar lo que se va a estropear o lo que ya tenemos antes que comprar sin límite.
Cómo hacer ensalada de aguacate, calabacín y queso
Ingredientes
- Calabacín blanco, 1/2 ud
- Aguacate, 1/2 ud
- Piñones, 2 cucharadas
- Queso fresco tipo Villalón, 3 cucharadas
- Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
- Zumo de limón, 1 cucharada
- Sal en escamas, c/s
- Pimienta negra molida, al gusto
Paso 1
Laminar el calabacín y dejarlo macerando
Paso 2
Picar el aguacate y desmigar el queso
Paso 3
Tostar los piñones
Paso 4
Mezclar todo y aliñar
Paso 1
Lavar muy bien el calabacín, frotando toda la piel para eliminar el pelillo que tiene, y secar bien. Con la ayuda de una mandolina (¡Mucho cuidado con los dedos porque son traicioneras!) o con un pelador bueno lonchear el calabacín longitudinalmente, para obtener lonchas finas y largas del mismo.
Paso 2
Disponer las tiras de calabacín en un bol y añadir el zumo de limón y la sal, mezclar bien y dejar macerando durante 30 minutos.
Paso 3
Mientras tanto, dorar los piñones en una sartén a fuego medio, con cuidado de ir moviéndolos constantemente para intentar que se doren de manera homogénea por todas partes. Hay un momento en el que se está al límite del dorado para que se quemen rápidamente así que habrá que tenerlos muy vigilados. Reservar cuando estén listos. También los podemos hacer en el horno.
Paso 4
Abrir el aguacate por la mitad y pelar una de las mitades. Siempre es mejor dejar sin usar la mitad que tiene el hueso y pintarla con un poco de zumo de limón para que se oxide lo menos posible.
Paso 5
Trocear el aguacate en dados de bocado y mezclar rápidamente con el calabacín.
Paso 6
Disponer ambos en un plato, regar con aceite de oliva virgen extra y escamas de sal. Terminar por encima con los piñones tostados y con el queso Villalón desmigado con los dedos.