- Total: 3 h
- Comensales: 4
Alitas de pollo barbacoa crujientes, una receta propia de la cocina más informal y gamberra a la cual daremos un par de toques diferentes para intentar lograr la receta definitiva de las alitas asadas con salsa barbacoa: para nada grasientas, tiernas, muy sabrosas e irresistiblemente crujientes.
Ingredientes
Para sazonar las alitas:
- Agua, 1 l
- Sal, 60 g
- Azúcar, 15 g
- Rodajas de limón, 4
- Clavos de olor, 4
- Pimentón dulce, 30 g
- Pimienta negra en grano, 1 cda
- Mix de pimientas, 1 cda
- Laurel, 2 hojas
Para asar las alitas barbacoa crujientes
- Alitas de pollo de corral, 1 kg
- Salsa barbacoa, 4 - 5 cdas
- Salsa de soja, 40 ml
- Fécula o almidón de maíz, 20 g
Paso 1
Cortar las alitas de pollo
Paso 2
Preparar la salmuera para sazonar las alitas de pollo
Paso 3
Introducir las alitas en la salmuera
Paso 4
Asar las alitas de pollo en el horno
Paso 5
Dar el toque final a las alitas para que queden crujientes
Paso 6
Servir las alitas barbacoa
Pasos a seguir
Toma nota de lo que viene a continuación porque te va a encantar:
01: Cortamos las alitas de pollo
Cogemos las alitas y retiramos los restos de plumas tirando de ellos con un trozo de papel de cocina o pasando ligeramente el soplete para chamuscar esos pelillos y que no resulten molestos al comer las alitas.
Como a mí me gusta preparar las alitas cortadas por la mitad en vez de enteras las corto pasando el cuchillo justo por la articulación que une las dos partes de la alita. De este modo cortaremos la alita limpiamente sin romper ni astillar los huesos y sin necesidad de un machete ni nada por el estilo.
02: Preparamos la salmuera
Para que queden más sabrosas, vamos a introducir previamente las alitas en una salmuera muy condimentada para que abosrban todos los sabores y aromas.
Para preparar la salmuera, mezclamos bien todos los ingredientes de la misma prestando especial atención a que el azúcar y la sal se disuelvan completamente en el agua.
03: Introducimos las alitas de pollo en la salmuera
Introducimos las alitas ya cortadas en el interior de la salmuera y removemos brevemente la carne con el resto de los ingredientes.
Lo ideal es dejar las alitas en el interior de la salmuera de un día para otro, introduciéndolas en el frigorífico y dejándolas ahí toda la noche. Sin embargo, si no nos ha dado tiempo, con tener las alitas de pollo en la salmuera al menos un par de horas será suficiente para que la carne se ablande y se empape e impregne de todos los sabores y coja además el punto de sal perfecto.
04: Asamos las alitas de pollo
Precalentamos el horno a 170ºC.
Sacamos las alitas de pollo de la salmuera y las secamos muy bien con papel absorbente.
Colocamos una lámina de papel de horno sobre una placa o bandeja de hornear. Tras secar bien las alitas las posamos esparcidas por toda la placa, de modo que no se toquen unas con otras.
Como las alitas han cogido la sal y el sabor necesario al estar sumergidas en el interior de la salmuera no debemos añadirles ni sal ni nada más. Tampoco aceite, ya que las alitas de pollo tienen mucha grasa ya de por sí, sobre todo en la piel, y con la grasa que suelten será más que suficiente para que se asen sin quemarse. Es más, así conseguiremos desgrasarlas en buena medida y que queden más crujientes una vez cocinadas.
Introducimos las alitas en el horno y las asamos durante 40 minutos a 170ºC en esta primera etapa de la cocción, para que se cocinen bien y estén lo suficientemente tiernas antes de hacer crujiente su exterior.
05: Terminamos de asar nuestras alitas de pollo barbacoa
Tras estos 40 primeros minutos de cocción, la carne estará ya prácticamente tierna y solo nos quedará lograr que la piel quede crujiente.
Para lograr este efecto, además de subir la temperatura del asado vamos a pincelar nuestras alitas de pollo con una sencilla mezcla que logrará que las alitas queden lacadas con la salsa barbacoa.
Mezclamos el almidón de maíz con unas gotas de agua fría y lo mezclamos con una cuchara hasta que se disuelva completamente en el líquido. Añadimos entonces la salsa de soja y unas 4-5 cucharadas de salsa barbacoa. Mezclamos hasta que la laca esté bien mezclada y su aspecto sea uniforme.
Sacamos las alitas del horno y subimos entonces la temperatura a 220º C, encendiendo el grill para que las alitas se doren por la parte superior. Pincelamos ligeramente las alitas con nuestra laca de salsa barbacoa y las introducimos en el horno para que terminen de hacerse y queden muy crujientes.
Asamos las alitas unos 20 minutos más, sacando y pincelando cada alita con una capa ligera de laca cada 5 minutos hasta acabar con su asado.
06: Servimos las alitas barbacoa crujientes
Servimos nuestras alitas de pollo barbacoa crujientes con unas buenas patatas fritas de guarnición y bien de salsa barbacoa al lado para así poder mojar y gozar aún más de la receta.
Resultado final
Las alitas de pollo son una perdición… ¡Qué ricas están! Unas alitas de pollo bien hechas con su salsita al lado y con unas buenas patatas fritas es de esos platos hipersencillos y baratos con los que te quedas como un rey, lástima que al no ser precisamente recetas saludables debamos limitar su ingesta a muy de vez en cuando.
La verdad es difícil que unas alitas asadas o fritas no queden ricas, a no ser que la liemos parda a la hora de prepararlas. Eso sí, si queréis obtener un resultado aún más delicioso os invito a seguir los trucos que os apunto en la receta.
En primer lugar, el hecho de macerar previamente las alitas en una salmuera para que cojan todo el sabor, giro que aprendí viendo al chef David de Jorge durante una de sus recetas en su añorado programa de cocina.
Por último, esa laca tan singular como efectiva con la que pincelar las alitas al final de su cocción para que cojan un color más apetitoso y queden tremendamente crujientes.