- Total: 1 h 31 min
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La única pega que yo le veo a los asados tradicionales en el horno es que cuando están más ricos es recién hechos, por eso, cuando el tiempo escasea y hay que pensar en un menú que se pueda preparar con antelación y que en el momento de servir solo haya que darle un calentón, prefiero otras formas de cocinar.
Ingredientes
- Jarretes de cordero, 2
- Ajos, 2 dientes
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra, cantidad suficiente
Y precisamente, pensando en todos los que llegáis de currar el 24 casi a la hora de cenar y os toca preparar la cena, os propongo cambiar este año el cordero asado en el horno por este cordero confitado que no solo tiene la ventaja de que se puede hacer con antelación, sino que además, es una opción estupenda cuando necesitamos pocas raciones y nos da pereza encender el horno.
Preparación del Cordero confitado
Como estaréis imaginando a juzgar por la lista de ingredientes se trata de una receta ultrasencilla en la que no existe complicación.
Usaremos un cazo o una olla que tenga el tamaño justo para acomodar la carne -nos interesa que no sobre mucho espacio ya que luego cubriremos la carne con aceite y, cuanto más pequeña sea la cazuela, menos aceite necesitamos-.
Empezamos echando aceite hasta cubrir el fondo unos 3 mm, lo ponemos al fuego medio-fuerte y cuando esté caliente el aceite sin llegar a humear colocamos los trozos de cordero sazonados para que se doren. Harán falta unos 3 o 4 minutos por cada lado.
Cuando estén bien dorados, cubrimos con aceite hasta que queden completamente sumergidos, añadimos los dientes de ajo aplastados y con la piel y bajamos el fuego al mínimo.
Dejamos confitar a fuego mínimo hasta que la carne esté tierna. El tiempo variará en función del tamaño de los trozos y de si es un cordero lechal -con 1 hora será suficiente- o recental -necesitaremos un par de horas-. En este caso eran jarretes traseros pequeños de cordero recental y estuvieron 90 minutos.
Cuando la carne esté tierna, apartamos del fuego y la dejamos en el aceite hasta que llegue el momento de preparar la cena. Podemos dejarla incluso de un día para otro.
Cuando vayamos a terminar el plato, sacamos la carne del aceite, ponemos a calentar este hasta que hierva y, cuando lo haga, sumergimos los trozos durante dos o tres minutos para que coja temperatura y se dore por fuera.
Como guarnición os propongo cocer unas zanahorias y unas patatas de asar con su piel al vapor. Saltear las zanahorias con un poco de sal y pimienta en una cucharada del aceite de confitar la carne, aplastar ligeramente las patatas y dorarlas en el aceite hirviendo después de retirar la carne.
Servir inmediatamente, con la guarnición que os propongo de zanahorias y patatas o la que mejor os parezca. Yo, aparte de la que os he dicho, he puesto también un salteado de col del que pronto os daré la receta.
Resultado
Personalmente creo que preparar el cordero confitado es la forma más fácil de conseguir una carne siempre jugosa sin tener que estar pendiente de ir regando con los jugos cada x tiempo como suele ser necesario en los asados tradicionales y que tiene la ventaja de que está tan rico recién hecho como de un día para otro.