Seguimos con la cuenta atrás para St Patrick´s Day (¡Sigue el evento en Facebook!). Aquí en Londres el ambiente ya está caldeado, los pubs empiezan a anunciarlo y recargan sus bodegas de barriles de Guinness.
Ingredientes
- 600g de carne de ternera
- 400ml de cerveza Guinness
- 1 cebolla, 2 zanahorias, 2 dientes de ajo y 100g de champiñones
- 1 lata de 400g de tomates enteros pelados
- 15 cebollitas blancas en vinagre (opcional)
- 1 pastilla de caldo de ternera
- 1 cucharadita de tomillo y otra de romero
- 1 huevo
- 2 paquetes de masa para pizza de la que vine extendida y enrollada, (Ojo! No utilizar hojaldre)
- Harina, sal, pimienta, aceite y una pizca de mantequilla
Yo no quería hacerle de menos a esta fiesta, así que me he puesto mi camiseta de Irlanda y me he metido en la cocina, cerveza en mano, para rendirle honor a San Patricio y a mi estómago.
No lo he dudado ni un momento; he decidido hacer un pastel de carne con cerveza Guinness. ¿Que por qué? Pues muy fácil: Antes de venir a Reino Unido desconocía lo que eran, y ahora no puedo vivir sin ellos. Me pregunto cómo he podido vivir todos estos años sin un buen pastel de carne y compadezco a todos aquellos que no lo habéis probado nunca. Pero tranquilos, aquí está cocinillas para este tipo de situaciones. Probadlo. No os arrepentiréis.
Preparación
Lo primero que vamos a hacer es dejar todos los ingredientes preparados. Troceamos la carne en cubos mas bien pequeños, también la cebolla, los champiñones y los tomates (conservando el líquido de la lata). Picamos o machacamos el ajo, cortamos la zanahoria en medias rodajas y lavamos las cebollitas para quitarles el exceso de vinagre. Por último, en medio vaso de agua caliente diluimos la pastilla de caldo.
Salpimentamos generosamente la carne y la enharinamos. En una sartén u olla antiadherente echamos un gran chorro de aceite y ponemos la carne a fuego medio-alto 2-3 minutos o hasta que este hecha por fuera.
Echamos la carne en una olla o cacerola grande, (si ya estabais usando una, la misma) bajamos el fuego al punto medio y añadimos la cebolla picada, echando un poco más de aceite si vemos que hace falta. Después de 2 minutos añadimos los champiñones, las cebollitas y la zanahoria junto con el ajo, el romero y el tomillo. Esperamos un par de minutos más y echamos el tomate troceado, el líquido de dentro de la lata de tomates, la cerveza y la pastilla de caldo diluida en agua.
Mezclamos bien y en cuando empiece a cocer bajamos el fuego hasta casi el mínimo (3 de 10). Dejamos cociendo 2 horas y removemos de vez en cuando. Al final tiene que haber reducido muchísimo, quedando una salsa marrón oscuro muy espesa (podéis añadirle una cucharada de harina para que espese más).
Ahora llega la parte divertida. Necesitaréis varios moldes individuales o un molde grande aptos para el horno. Las cazuelitas de barro vienen genial, y con un molde para tartas se puede hacer uno bien grande para luego repartir.
Preparamos el horno a 200º.
Sacamos la masa para pizza del frigo y la extendemos. Marcamos la silueta de nuestro molde y con unas tijeras o un cuchillo cortamos un trozo de unos 2cm más grande por cada lado. Extendemos un poco de mantequilla por el fondo y paredes de los recipientes y ponemos la masa dentro. Echamos el relleno y tapamos con otro círculo de masa un poco más pequeño. Unimos los bordes y les damos forma pellizcándolos.
Por último hacemos un agujerito en la parte de arriba para que escape la presión y lo pintamos todo con huevo batido.
Metemos en el horno hasta que la masa esté dorada y después desmoldamos y servimos acompañado de guisantes, patatas fritas y, por supuesto, una Guinness.
Resultado
Está de muerte… Lleva su tiempo pero todo lo que hay que hacer es acordarse de remover de vez en cuando y el resultado es excepcional.
En serio, no puedes vivir más tiempo sin probar esto, así que… ¿a qué estás esperando?
Tiempo: 3-4 horas
Dificultad: 7/10
Digestión: 7/10
Precio: 12€