Actualmente existen muchos tipos de tapones para el vino. A parte del tradicional de corcho, el más usado sobre todo en nuestro país, también existen tapones sintéticos, de cristal, los zork y los de rosca por ejemplo.
¿Todo el mundo prefiere vinos con tapón de corcho?
Los vinos con tapón de rosca suelen tener fama de ser vinos de baja calidad y de pertenecer a países de baja tradición vinícola como pueden ser algunos países de Europa del Norte. Pero hay países que son excelentes elaboradores de vino como Nueva Zelanda, África del Sur, Chile o Australia donde la rosca es mayoritaria.
Ademas muchas bodegas de prestigio, españolas entre ellas, exportan sus botellas de vino con este tipo de tapón, mientras que en nuestro país lo vende con corcho. Y es que en Europa hay muchas tiendas y supermercados donde podemos encontrar grandes vinos con tapón de rosca ya que los consumidores lo prefieren. Valoran más la seguridad y la comodidad que la imagen. Ya que en muchos casos, se trata de eso, pura imagen.
¿Un vino con tapón de rosca es peor que uno con tapón de corcho?
Ni mucho menos. Estos tapones son ideales para vinos jóvenes y frutales, para vinos que no necesitan madurar en botella, que se van a consumir en el año o al siguiente como mucho. Los tapones de rosca de aluminio permiten que no entre oxígeno al vino o que entre lo justo según sus revestimientos, por lo que son perfectos para preservar los aromas frutales de los vinos.
La misión del tapón es cerrar el vino para evitar oxidaciones y contaminaciones. El tapón de rosca realiza esta función a la perfección, evitando el temido “defecto del corcho” que se da en algunas botellas con ese otro tipo de tapón, que hace que el vino se contagie de algunos olores defectuosos. Actualmente esos problemas del corcho se han reducido al mínimo pero todavía puede ocurrir en alguna botella.
¿Tiene entonces algún beneficio el tapón de rosca en algunos vinos?
La repuesta es sí, en vinos donde la maduración en botella no es significativa. Para los vinos de “guarda”, que mejoran con los años y se van redondeando en botella, el corcho es esencial.
En cuanto a sus beneficios, en primer lugar, lo que acabamos de comentar de que el tapón de rosca de aluminio realiza perfectamente la labor de cerrar herméticamente el vino y que no se oxide ni entren impurezas. Además hoy en día hay tapones de rosca de muchas clases, categorías, materiales (aunque suelen ser de aluminio), con distintos revestimientos…Además permiten distintas decoraciones.
Otra ventaja sería la comodidad y facilidad para abrir estos vinos, así como poder cerrarlos y abrirlos de nuevo cómodamente. Esto también facilita su consumo por copas, algo que cada día está más de moda, y que beneficia mucho a la tarea en los bares por ejemplo.
Muchas veces es cuestión de que aquí no estamos acostumbrados a este tipo de tapón y nos da mala imagen, lo asociamos a vinos malos, pero se queda ahí en pura imagen y costumbre, ya que por ejemplo para vinos blancos aromáticos como los Sauvignon Blanc y los Riesling, o vinos procedentes del nuevo mundo que comentábamos antes (Nueva Zelanda, Australia, Chile…), serían los tapones ideales.
Entonces, ¿son todo ventajas?
No, efectivamente los tapones de rosca también tienen sus inconvenientes.
Primero que no sirven para todo tipo de vinos ya que, como decíamos antes, los vinos que necesitan reposar y madurar en botella necesitan también los beneficios del corcho, y los de aluminio lo estropearían y no permitirían esa labor.
Además los tapones de rosca nos privan del ritual del descorche; del uso de los distintos sacacorchos, de sacar el tapón, olerlo, analizar su color, olor, estado físico…Toda esa ceremonia queda anulada.
Y sobre todo y lo más importante es que el corcho contribuye al mantenimiento de nuestros alcornocales, hace que conservemos y cuidemos este tipo de árboles. Su extracción es además sostenible y rentable sobre todo para países como Portugal, que es el primer productor de corteza de alcornoque a nivel mundial, y España, que le sigue.
Conclusión, ¿vino con tapón de rosca o vino con corcho?
Pues depende del vino que queramos sellar, para algunos se recomienda el de corcho (vinos con crianza, reservas, gran reserva…etc) y para otros el de rosca (vinos jóvenes en general, algunos blancos, frutales…etc), pero también existen otros como el de cristal o el sintético.
El de cristal da un aspecto muy elegante al vino, está hecho de vidrio puro y es absolutamente neutral al sabor. Además son también reciclables pero encarecen el precio de a botella.
Los tapones sintéticos son muy ventajosos en algunos casos ya que evitan los problemas relacionados con hongos como el TCA (uno de los más corrientes que pueden afectar al vino sobre todo con tapón de corcho). Están compuestos por materiales elásticos termoplásticos o en algunos casos de silicona y son mucho más baratos que los de corcho o cristal, pero al final terminan cediendo y permiten la entrada de oxígeno al vino por lo que solo serían aptos para vinos que no se vayan a almacenar por un largo período de tiempo, sino para vinos jóvenes de consumo rápido. Además son los menos ecológicos, producen olores químicos y generan una cantidad considerable de CO2 en su producción.
Por lo tanto cada vino puede llevar un tapón distinto, que no tiene por qué ser siempre el de corcho y no por ello ser mejor o peor. Tenemos que abrir la mente en este sentido y valorar los vinos por sus cualidades y no por su imagen.