Te has tomado solo una copa de vino tinto en la cena, el vino era bueno, pero al rato te duele la cabeza como en la peor de las resacas. Que sepas que no eres el único al que le pasa eso, así como hay personas que podrían beberse la botella entera sin notar ningún síntoma inmediato, el vino tinto da dolor de cabeza a otras muchas casi inmediatamente después de beberlo.
El vino y el dolor de cabeza
Lo primero que hay que aclarar es que el vino puede dar dolor de cabeza por dos razones, la primera y que conoce todo el mundo es por la famosa resaca, con la que además pueden aparecer náuseas, vómitos, sequedad de boca e incluso calambres musculares, que aparece pasadas unas horas cuando se ha bebido en exceso e independientemente de si el vino es tinto o de otro tipo. Además, el vino es una bebida alcohólica que puede producir resacas severas, según afirma la revista Scientific American.
La segunda razón, mucho menos conocida pero que también afecta a un buen número de personas está provocaba por una sensibilidad o intolerancia a un compuesto que forma parte de los vinos tintos, pero no está presente en otros. En este caso, para que aparezca el dolor de cabeza que puede llegar incluso a jaqueca, no es necesario beber en exceso, pues se puede manifestar con una sola copa y casi inmediatamente después de beberla.
¿Por qué el vino tinto da dolor de cabeza y otros no?
Durante mucho tiempo se pensó que este dolor de cabeza repentino tras consumir vino tinto era debido a los sulfitos, pero esto no es algo que tenga mucho sentido porque precisamente los vinos tintos suelen tener menor cantidad de sulfitos que los blancos o los dulces y quienes sufren dolores de cabeza de este tipo no acostumbran a tener problema con estos últimos. Entre eso y que no hay evidencias científicas que apoyen la teoría de los sulfitos, debemos descartarlos como responsables.
Entonces, ¿por qué da dolor de cabeza el vino?
A diferencia de los vinos blancos, en la elaboración de los vinos tintos se dejan también las pieles de las uvas, que son las que le otorgan, entre otras cosas, el color oscuro o tinto.
Y entre esas otras cosas están sustancias que se producen durante la fermentación como los taninos y algunas aminas como la tiramina, que normalmente no suponen un problema ya que el cuerpo humano puede metabolizarla gracias a una enzima, pero las personas que tienen carencias de la misma sí que son sensibles a los efectos de estas aminas y por eso sufren el dolor de cabeza.
¿Hay alguna forma de evitar que el vino dé dolor de cabeza en estos casos?
En realidad no, ya que se trata de un tipo de intolerancia alimentaria, aunque tomar una o dos tazas de café antes de beber vino tinto puede paliar un poco la intensidad de la jaqueca gracias al efecto vasoconstrictor de la cafeína. En cualquier caso, siempre será más recomendable evitar los vinos tintos y elegir en su lugar vinos blancos o rosados con menor contenido en taninos y aminas y, por supuesto, bebiendo siempre con moderación.