La variedad de uva, las condiciones de la cosecha de la vid o el tiempo que un vino permanece en barrica son características fundamentales a la hora analizar un caldo. Pero, ¿conocemos la importancia que los tapones de corcho tienen sobre las botellas de vino?
Efectivamente, los tapones de corcho cumplen tradicionalmente una función fundamental en la calidad de los caldos. Influyen en gran medida en su sabor y en sus características organolépticas ya que, como explicamos a continuación, este material aporta importantes beneficios en el proceso de elaboración de los vinos.
Por qué en las botellas de vino se colocan tapones de corcho
Mientras otras bebidas que consumimos habitualmente se envasan en botellas con tapones de plástico o metal, los vinos se diferencian por estar dentro de botellas de vidrio con tapones, normalmente, de corcho. Aunque ya hay muchos envasadores que comercializan vinos con tapones sintéticos o de rosca, y la tendencia va al alza, lo cierto es que los tapones de corcho han sido, tradicionalmente, el elemento estrella en cualquier botella de vino.
Las ventajas de los tapones de corcho
Los tapones de corcho tienen características únicas, que aportan al vino una serie de matices y ayudan a que se desarrolle por completo. En concreto, contribuye a formar su carácter, le da autenticidad y le aporta valor. Existen diferentes motivos, todos ellos justificados, para explicar este hecho.
Evita la entrada de aire, bacterias y moho
En primer lugar, el corcho evita que el oxígeno entre en la botella, lo cual empeoraría el caldo, y también es una barrera para diferentes bacterias y para el moho.
Sin embargo, el corcho está compuesto de tal forma que contiene pequeños poros que provocan que mínimas cantidades de oxígeno puedan penetrar en la botella. Esto no tiene por qué ser negativo, de hecho beneficia a algunos caldos. De esta forma se consiguen vinos en constante evolución, siempre y cuando la cantidad de oxígeno que penetre sea muy reducida y pueda aportar al producto la posibilidad de permanecer en una evolución permanente.
Los tapones de corcho, un material natural
Además, los tapones de corcho son una opción muy beneficiosa para el medio ambiente. Se trata de un material natural, ya que el corcho sale del alcornoque, y no es necesario talar el árbol para obtenerlo, sino que es suficiente con separar su corteza.
Pueden mantener vinos embotellados durante décadas
También es una gran ventaja el hecho de que los tapones de corcho logren mantener un vino en buenas condiciones durante décadas, algo que no ocurre con los vinos embotellados con un tapón sintético o de otro material que no sea el corcho.
La sensación de descorchar la botella
El factor tradicional de descorchar una botella de vino antes de consumirla también pesa mucho a la hora de elegir entre tapones de corcho o sintéticos para un vino. Se ha creado la sensación de que un buen vino implica tener que pasar por el ritual de quitar su tapón de corcho.
De hecho, popularmente las botellas de vino con tapones sintéticos o de rosca están asociadas a caldos de menor calidad. Esto no tiene por qué ser siempre así, pero sí que es cierto que lo vinos madurados y evolucionados en botella suelen tener una mejor reputación, y esto solo ocurre con aquellos que cuentan con un tapón de corcho.
Como curiosidad, comentar que la longitud del corcho en las botellas de vino depende de la juventud o madurez de los caldos. Para los vinos más jóvenes se utilizan tapones de corcho más cortos, de menos de 40 mm de longitud. Los vinos más añejos exigen tapones de mayor longitud, que pueden superar los 55 mm.
Los inconvenientes de los tapones de corcho
Pero no todo van a ser ventajas. Los tapones de corcho, en ocasiones, pueden provocar en el vino un defecto que comúnmente se conoce como ‘sabor a corcho’.
El sabor a corcho lo producen ciertos compuestos indeseados que aparecen en el vino, especialmente el 2,4,6-tricloroanisol (TCA) y que tienen su origen en el tapón de corcho. Estos compuestos provocan, principalmente, alteraciones en el olor y el sabor del vino, ocasionando el mencionado ‘sabor a corcho’ De hecho, los productores y bodegueros cuentan con que un pequeño porcentaje de sus botellas tendrán este problema. La Asociación Catalana de Enología dedica un artículo a este tema en su revista online, titulado El metabolismo microbiano en el binomio corcho-vino.
Los tapones sintéticos, cada vez más utilizados
Es precisamente el riesgo de aparición del TCA uno de los motivos por los que han proliferado, en los últimos años, los tapones sintéticos. La finalidad es tratar de proteger al máximo las botellas y los caldos.
Gracias a la investigación y a las últimas tecnologías, se han conseguido fabricar tapones sintéticos capaces de sellar de una manera muy efectiva las botellas de vino. Sin embargo, esto puede ser al mismo tiempo un inconveniente porque, como ya hemos visto, la pequeña entrada de oxígeno a través de las membranas del corcho permite también que los vinos evolucionen. Por ello, los tapones sintéticos que sellan por completo las botellas están indicados para aquellos caldos que no necesiten evolucionar una vez embotellados. Los vinos de consumo rápido son los que cumplen este requisito.
Ventajas de los tapones sintéticos
La principal ventaja coincide con el motivo del aumento de su utilización. Los tapones sintéticos no generan microorganismos ni hongos que puedan producir el TCA.
A su vez, se trata de tapones fáciles de controlar. En el caso de los tapones de corcho, no es posible saber cómo han afectado al vino hasta que no se abre la botella, mientras que con los tapones sintéticos este proceso puede predecirse más fácilmente.
Además, la condición de guardar las botellas en posición horizontal que sí exigen los tapones de corcho, se elimina con los sintéticos.
De esta forma, queda claro que existen alternativas a los tapones de corcho natural, aunque están son especialmente adecuadas para vinos jóvenes y no tanto para vinos añejos.
Sin duda, los amantes del vino suelen preferir que las botellas de vino tengan su tradicional tapón de corcho, aun con el riesgo de que puedan contener el hongo que produce el TCA.
Y vosotros, ¿preferís los tapones de corcho de toda la vida o estáis abiertos a que los tapones sintéticos se implanten definitivamente en el sector?