Son muchas las recetas en las que encontramos bebidas alcohólicas en su lista de ingredientes. Vino, cervezas, brandy, bourbon, entre otros se utilizan con frecuencia para dar sabor a salsas, estofados, sofritos y hasta postres.
Pero también es muy habitual que a la hora de preparar una receta no tengamos a mano la bebida alcohólica solicitada o no nos apetezca abrir una botella para utilizar solo una pequeña parte, lo que puede suponer un gasto considerable si tenemos que comprar la bebida a propósito para la receta.
Como os digo siempre, para cocinar con un vino que uno no es capaz de beberse, mejor cocinar con un buen caldo. Por eso, para todas las veces en las que no podamos o no queramos usar alcohol queremos compartir con vosotros algunas formas de sustituir las bebidas alcohólicas en recetas de cocina.
Cómo sustituir las bebidas alcohólicas en recetas de cocina
Esperamos que esta lista de alternativas para sustituir las bebidas alcohólicas en recetas de cocina os anime a no dejar aparcadas muchas recetas por no disponer de la bebida que aparece en los ingredientes.
Vino blanco. En guisos y en general en recetas saladas, podemos sustituirlo por caldo claro de pollo o de verduras y añadir unas gotas de vinagre suave (aproximadamente una cucharada por litro de caldo). Si es para aliños, reducciones o recetas dulces, lo sustituiremos por mosto o zumo de uva blanca.
Vino tinto. En este caso, el cambio será por un caldo de carne concentrado y unas gotas de vinagre de sabor intenso como el de Jerez. Si es para reducciones o aliños por zumo de uvas tintas.
Vino de Oporto. En su lugar podemos usar mosto de uvas tintas.
Vino Moscatel. Podemos cambiarlo por mosto de uva blanca o zumo de uva blanca reducido con un poco de azúcar.
Pedro Ximénez. Podemos usar una reducción de zumo de uvas tintas con un poco de azúcar moreno y especias como la canela y los clavos de olor.
Cerveza rubia. Se puede sustituir por cerveza sin alcohol o caldo de pollo.
Cerveza negra. La sustituiremos por cerveza negra sin alcohol, caldo oscuro de carne o, en recetas para asar o guisar pollo, podemos emplear también refresco de cola.
Champán. Lo podemos sustituir por mosto de uva blanca o mosto de manzana.
Bourbon. Se puede sustituir por zumo de melocotón con unas gotas de esencia de vainilla.
Brandy y coñac. Se pueden sustituir también por zumos de frutas dulces como zumo de melocotón. Si se trata de recetas de repostería, podemos añadir también un poco de caramelo líquido.
Sake. Podemos sustituirlo por vinagre de arroz rebajado con un poco de agua (3 partes de vinagre por 1 de agua).
Ron. En recetas de repostería lo podemos cambiar por mosto de uva blanca y, si es necesario, oscurecerlo con miel de caña, cuando nos haga falta que sea ron tostado.
Vodka. Se puede cambiar por agua con unas gotas de zumo de limón.
Anís. Podemos utilizar una infusión de anís estrellado.
Licor café. Simplemente usaremos café solo en su lugar.
Licor de naranja tipo Cointreau. Zumo de naranja con la ralladura de la piel.