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- Comensales: 4
La patata es una de las hortalizas que más se consumen en España. En zonas como Galicia están presentes en la mesa prácticamente a diario bien formando parte de recetas como el caldo gallego, o como guarnición como los cachelos que suelen servirse con el pulpo á feira.
Pero parece mentira que la mayoría de las veces nos limitamos a cocinar las patatas fritas o cocidas cuando se trata de uno de los ingredientes más versátiles que nos ofrece la naturaleza. Con la patata como protagonista podemos elaborar un sinfín de recetas muy resultonas y económicas.
Y una de esas recetas son estas patatas gratinadas con queso inspirada en las recetas francesas del gratin dauphinois y el gratin savoyard. El gratín dauphinois -en español gratén delfinés- es típico de la región del Delfinado en los Alpes franceses y se elabora con nata, el gratin savoyard -gratén saboyano- que se prepara en la región vecina de Saboya lleva caldo de ternera en vez de nata, se le añade cebolla en láminas finas y se cubre con lascas de algún queso francés.
Aunque es más famoso el primero, ambos son recetas muy socorridas y de escasa dificultad a la hora de prepararlas que, además suelen gustar a todo el mundo y permiten ser fusionadas haciendo distintas combinaciones de una y otra.
Cómo hacer patatas gratinadas con queso
Ingredientes
- Patatas monalisa o kennebec, 800 g
- Queso rallado Emmental o Gruyere, 100 g
- Nata, 200 ml
- Mantequilla, 50 g
- Huevo, 1
- Ajo, 1 diente
- Sal
- Pimienta
- Perejil fresco picado, 1 cucharada (opcional)
- Nuez moscada (opcional)
Paso 1
Pelar las patatas y cortarlas en rodajas finas.
Paso 2
Precalentar el horno a 250 ºC durante 10 minutos.
Paso 3
Engrasar la fuente de horno con una pequeña cantidad de mantequilla.
Paso 4
Mezclar la nata con el huevo y añadimos sal y pimienta al gusto, y si la vamos a usar, la nuez moscada.
Paso 5
Alternar capas de patata y de la mezcla de nata empezando por una capa de patatas y terminando con una de la mezcla.
Paso 6
Repartir la mantequilla restante en trocitos sobre la última capa.
Paso 7
Repartir el queso rallado, bajar la temperatura del horno a 180 ºC y hornear entre 35 y 45 minutos hasta que las patatas estén tiernas.
Paso 8
Espolvorear con perejil fresco picado y servir.
Paso 1
Precalentamos el horno a 250 ºC durante 10 minutos.
Paso 2
Mientras se va calentando el horno, pelamos las patatas y las cortamos en rodajas finas de unos 3 mm de grosor. Como nos interesa conservar el almidón que ayudará a ligar el plato durante la cocción, para esta receta las patatas no las lavaremos después de peladas ni las secaremos.
Paso 3
Engrasamos una fuente de horno con una pequeña cantidad de mantequilla.
Paso 4
Mezclamos la nata con el huevo y el diente de ajo prensado y añadimos sal y pimienta al gusto, y si la vamos a usar, la nuez moscada. Mezclamos bien y reservamos.
Paso 5
En la fuente de horno que hemos engrasado vamos alternando capas de patata y de la mezcla de nata empezando por una capa de patatas y terminando con una de la mezcla.
Paso 6
Repartimos la mantequilla restante en trocitos sobre la última capa.
Paso 7
Repartimos el queso rallado por encima, bajamos la temperatura del horno a 180 ºC y horneamos entre 35 y 45 minutos hasta que las patatas estén tiernas. El tiempo total dependerá de la variedad de patata empleada y del grosor que tengan las láminas.
Paso 8
Para servir podemos dar un toque de color espolvoreando un poco de perejil fresco picado y cualquier otra hierba aromática que nos guste, como puede ser el cebollino u orégano.