- Total: 30 min
- Comensales: 6
Crackers de queso o galletas saladas de queso, lo podemos llamar a "estilo España" o a "American style" pero el resultado es un acompañamiento perfecto con una receta muy sencilla, perfecta para hacer en casa con los más pequeños y dar rienda suelta a la imaginación (aquí os dejamos 9 ideas más).
De cheddar, de parmesano, de queso manchego o de lo que a cada uno nos guste, además siempre pudiendo añadir algunas hierbas, pero con el queso como protagonista indiscutible de la receta ¿Por qué? Bueno, pues seguramente porque las recetas con queso siempre están mejor. Sobre todo si es para acompañar, mojar o sentarse con una caja delante y disfrutar como un enano viendo alguna película. Es lo bueno que tienen este tipo de aperitivos: que lo mismo sirven para mojar un hummus o un paté, que para comer tal cual.
Y lo segundo maravilloso de esta preparación es que sirve de pretexto perfecta para utilizar esas cuñas de queso viejo que sólo dan vueltas en la nevera y no se sabe muy bien qué hacer con él. Elaboraciones así, siempre hay que hacer de más porque aguantan bien las inclemencias del tiempo, no ocupan sitio en la nevera porque se conservan a temperatura ambiente y porque están buenísimas. Si me apuras, el símil perfecto son las patatas fritas. Nunca son suficientes; pues esto igual.
Y lo mejor de todo es que sólo se necesitan esos pedazos de queso que dan vueltas en la nevera, mantequilla, harina y las especias que cada uno quiera para conseguir unas galletas de queso crujientes y tiernas a la vez, casi adictivas. Nosotros le hemos puesto orégano por eso de hacerlo más mediterráneo, pero lo mismo vale curry si lo queremos hacer indio o ajo en polvo y paprika si lo preferimos con esos toques sureños texanos. ¿Lo mejor de todo? Que a diferencia de las ultraprocesadas con estas son que son 100% naturales, sin guarrerías ni aditivos ni saborizantes. Disfrutar y comer bien (o en este caso picotear), nunca está reñido.
Cómo hacer galletas de queso crujientes
Ingredientes
- Queso manchego, 80 g
- Queso pecorino o parmesano, 40 g
- Queso Tronchón curado, 30 g
- Orégano, 2 cucharaditas
- Maizena, 1 cucharadita
- Harina, 125 g
- Agua, 4 cucharadas
- Mantequilla 70 g
Paso 1
Rallar el queso
Paso 2
Mezclar el queso con el resto de los ingredientes secos.
Paso 3
Añadir el agua y la mantequilla y amasar
Paso 4
Estirar, dar forma y hornear.
Paso 1
Lo primero que hay que hacer es rallar el queso con un rallador fino. Lo recomendable para mi gusto es utilizar quesos curados pero también podéis hacerlo con quesos tiernos que ya vengan rallados, aunque perderemos la textura crujiente/cremosa de la galleta.
Paso 2
Mezclar la harina con el queso, la sal, el orégano y pimienta negra y dejar atemperar la mantequilla hasta que esté a punto pomada.
Paso 3
Precalentar el horno a 180 ºC y preparar una bandeja con papel de horno encima.
Paso 4
Añadir la mantequilla y las cucharadas de agua a la masa y amasar bien hasta conseguir una bola compacta. Dejar enfriar en la nevera.
Paso 5
Estirar la masa con la ayuda de un rodillo y papel de hornear para que no se pegue y cortar al gusto. Disponer encima de la hoja de papel de hornear bien separados todos los trozos y hornear durante 16-18 minutos. Si los queremos más crujientes, más tiempo. Dejar reposar sobre una rejilla hasta que se enfríen y disfrutar.
Trucos y sugerencias
Estos crackers de queso son perfectos para servir encima con un poco de salmón ahumado y crema agria al estilo blinis, también son ideales para montar canapés navideños de ensaladilla o para acompañar al lado a un rico sabayón trufado. Son muy vistosos para montar cestas de pan al lado de uvas, frutos y frutas secas y de untables como crema de berenjena o dips de pimientos asados. Otra opción fantástica incluso es preparar un pudin con los restos que queden horneado y gratinado al más puro estilo inglés y que así nunca sobre nada. ¡También son geniales con un huevo frito y un poco de jamón del bueno!