Me apetecía terminar la semana con algo rápido, ligero y fácil para la cena del domingo y me acordé de este riquísimo paté de calabacín que por el sabor recuerda un poco al hummus, pero que al no llevar legumbres para la cena resulta más fácil de digerir para mucha gente.

Como tampoco lleva ingredientes de origen animal, este paté de calabacín también es vegano, así que si tenéis amigos o conocidos que sigan esa dieta, esta es una buena receta a la que invitarles.

Preparación del Paté de calabacín

Tomad nota que es facilísimo 🙂

Pelamos la cebolla, la cortamos en trocitos pequeños. Ponemos a calentar una sartén antiadherente sin nada de aceite y, cuando esté caliente añadimos la cebolla con una pizca de sal. Damos una vueltas y bajamos a fuego medio mientras pelamos y cortamos los calabacines.

Echamos los calabacines en la sartén, sazonamos y dejamos fuego medio-bajo durante unos 15 – 20 minutos hasta que estén tiernos.

Cuando las verduras estén tiernas, las pasamos a un colador y apretamos bien para que suelten el exceso de líquido. Os aconsejo guardarlo porque será un jugo de verduras perfecto para usarlo como caldo en la elaboración de otro plato.

Dejamos en el colador una media hora hasta que esté frío y haya soltado todo el líquido.

Pasamos a un bol, añadimos el aceite, el comino molido, el zumo de limón, el ajo y el tahini. Trituramos muy bien con una batidora de brazo o con un procesador de alimentos hasta obtener una crema fina. Probamos y rectificamos de sal o de alguno de los demás condimentos si fuese necesario.

Servimos regándolo con un hilo de aceite de oliva virgen extra, unas semillas de sésamo tostadas y un poco de cayena molida.

Resultado

Este paté de calabacín es otra opción fácil para preparar un picoteo saludable en un momento. Si queremos completar con algo para dipear podemos preparar unos chips de vegetales en el microondas para evitar darnos un atracón de pan tostado.