¡Buenas, cocinillas! Se presenta un nuevo aficionado a la acción entre fogones (o placas de vitrocerámica en su defecto). Espero que os guste el estreno y que podamos compartir todo tipo de experiencias, recetas, recomendaciones… vamos, en resumen, lo que he podido leeros a lo largo de esta página.
Ingredientes para 2 – 3 personas
- 8 – 10 chipirones hermosos
- 2 cebollas pequeñas o 1 grande
- 200 gr. de carne picada (cerdo y ternera en mi caso)
- 1 tomate mediano
- 1 diente de ajo
- Jengibre rallado (en bote) o un poco del natural (en raíz) picado
- Perejil picado (fresco o seco, a gusto)
- 2 sobrecitos de tinta de calamar
- Vino blanco, aceite, agua, pimienta y sal
- Palillos (para cerrar los chipirones). Yo casi necesito una remachadora, que no se dejaban.
Esta receta es bastante típica, o, por lo menos, desde que tengo uso de razón la he conocido por casa y, si bien no ha sido nunca un plato estrella, siempre se puede contar como recurso no excesivamente caro y sabroso.
Los ortodoxos de los chipirones cocinados de esta manera puede que pongan un primer “pero” a la hora de ver el relleno de carne picada si bien garantizo que le da un toque diferente y más opciones a la hora de hacerlo que las barbas y las patas del chipirón, ya que la carne es más versátil al cocinarla o combinarla con especias.
Preparación
Limpiamos los chipirones y apartamos las patas y las velas (lo plano que hay a los lados del tubo central, creo que se llaman así). Troceamos todo pequeño y le damos un calor en una sartén con un chorrito de aceite a fuego fuerte (2 – 3 minutos al 6/6 en mi vitro). No se nos pueden pasar mucho porque si no las dejamos como goma, se terminarán haciendo dentro del mismo chipirón al cocinarlo.
Hacemos la carne picada (5 – 10 min., fuego suave) añadiendo lo que más nos guste. No probé a añadir mucho más que sal y un poco de pimienta negra molida porque, a mi gusto, simplemente con esto va bien.
Con paciencia y cierta maña rellenar los chipirones, tanto con sus propias patas como con la carne picada y los cerramos con los palillos (le puse dos por chipirón, en sentidos contrarios para no tener que andar pescando después el relleno).
Una vez rellenos se pasan a fuego fuerte en una sartén con un chorrito de aceite para que se contraiga la carne del chipirón y se cierren.
Pochamos la cebolla, el ajo, el perejil y el jengibre durante unos 10 – 15 min en fuego medio – bajo (2-3/6). Y control con el jengibre, que si ponemos mucho convertimos la receta en chipirones al Nenuco. Cuando estén casi hechos añadimos el tomate pelado, picado y sin pepitas. Para pelar el tomate mejor podemos escaldarlo y así sale la piel bastante más fácil.
Lo mezclamos y le damos cinco minutos más de cocción. Pasado este tiempo incorporamos los chipirones, les damos un par de vueltas para que cojan el sabor del sofrito y le añadimos el vaso de vino blanco con la tinta disuelta en él. Otro método del que me enteré a posteriori es echar la tinta mientras pochamos la cebolla, aunque lo probaré la siguiente vez que los haga, en esta el consejo no llegó a tiempo. Subimos el fuego y dejamos que evapore un poco (un par de minutos al 4-5/6 en mi vitroceramica). Añadimos agua hasta que cubra.
Fuego medio – lento (3/6 en la vitro) y cocemos semitapado durante media hora o tres cuartos. Si queréis que la salsa quede más espesa, dejad los últimos 5 minutos que cueza destapado y subid un poco la temperatura pero, normalmente, queda una salsa bastante buena. Corregid de sal.
Se recomienda encarecidamente disponer de arroz blanco para mezclar porque si no te crujes fijo, fijo, una barra de pan mojando salsita.
Resultado
Bueno. Aunque mi ego se empeñe en decir que están como mucho de 6 sobre 10. Es un plato que no suelo hacer mucho y al que habría que darle un par de vueltecitas para pillarle el punto.
Pues eso ha sido todo. Espero que os haya gustado mi estreno y que disfrutéis de ello. Muchos saludos y mucho gusto en pertenecer a esta gran familia. ¡Un abrazo!