Esta es una receta que a los cocinillas amantes del queso, como yo, os va a encantar. Es muy sencilla, es rápida y además de vistosa está riquísima. Se trata de unas piruletas de parmesano.

Se pueden hacer con varias semillas y  especias. A mi me gusta con semillas de amapola (puedes encontrarlas en los herbolarios o tiendas de especias) y sésamo.
Los palitos de brocheta que necesitamos lo ideal es que sean de bambú, que aguantan muy bien el calor. Si son de otro tipo de madera podemos humedecerlos un poco para que no se nos oscurezcan o quemen en el horno.

Ingredientes

  • Una cucharadita de semillas de amapola
  • Una cucharadita de sésamo
  • 80 gr de queso parmesano rallado
  • Papel de horno
  • Aros de emplatar (opcional)
  • Palitos de brocheta

Preparación de piruletas de parmesano

Rallamos el queso parmesano hasta tener los 80 gr que necesitamos y lo dejamos formando una montaña. Añadimos la cucharadita de semillas de amapola y de sésamo y lo mezclamos bien.

Colocamos el papel de horno sobre la bandeja, con ayuda de un aro de emplatar (yo he utilizado los aros porque me gusta que queden muy redondas y uniformes) echamos una capa de la mezcla de queso y semillas de manera que cubra la base. Tiene que quedar cubierta pero no  muy gruesa para que al fundirse el queso queden huecos de manera que parezca de encaje.

Una vez tenemos nuestros círculos en la bandeja, colocamos un palito de brocheta en cada uno de ellos. Tapamos con un poco de mezcla el palito en el círculo para que así al fundirse por encima el palito quede totalmente cubierto.

Metemos las piruletas al horno durante unos 5 minutos a 220º . Una vez el queso empiece a burbujear y estén un poco doradas las sacamos. Dejamos enfriar unos minutos y con cuidado las separamos del papel.

Resultado

¡El entrante perfecto en 5 minutos! Quedan genial adornando la mesa, son los primeros entrantes en desaparecer y están deliciosas.

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