
Perejil fresco (Imagen de archivo) iStock
Ni congelarlo ni tenerlo en el balcón: el sencillo truco para conservar el perejil fresco durante varias semanas
Para tener siempre a mano el perejil como recién comprado.
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Echo de menos el tiempo en el que el perejil te lo regalaban en las carnicerías. Era habitual que el carnicero tuviese un ramo grande de perejil fresco para darte unas cuantas ramitas, por cortesía de la casa, cuando comprabas la carne. El cliente lo agradecía y se iba a su casa con la cantidad que necesitaba sin que ello.
Con el paso del tiempo, en el tema del perejil, hemos ido a peor, casi siempre nos toca comprar el manojo entero aunque solo nos hagan falta tres hojas para dar el toque final a un plato y, aunque no es que sea un producto carísimo, da pena que se ponga mustio en casa y que, cuando unos días más tarde, necesites otra vez perejil, te toque volver a comprar y vuelta a empezar.
Los métodos clásicos para conservar el perejil fresco
El primer paso fundamental que debemos seguir, sea cual sea el método que vayamos a usar para conservarlo, es elegir un manojo de perejil que esté en buen estado, con todas las hojas de color verde intenso, sin manchas amarillas ni tallos marchitos. Esto no siempre es fácil, porque a veces vienen en bandejas o en bolsas y justo la parte que no se ve está en peores condiciones. Esta bien podría ser una de las leyes de Murphy aplicadas a la cocina. Una vez adquirido, debemos evitar lavarlo hasta el momento en que vayamos a utilizarlo, ya que el exceso de humedad puede acelerar su deterioro.
Para conservarlo en casa, una opción muy popular entre cocineros consiste en envolver el perejil en papel absorbente ligeramente humedecido, por ejemplo, usando un vaporizador. Para ello, colocamos el manojo entero o las ramitas sueltas en una sola capa sobre el papel, lo envolvemos con cuidado formando un rollito y lo guardamos en la nevera dentro de una bolsa plástica perforada o con cierre hermético parcialmente abierto. Así podremos mantener un nivel de humedad adecuado para evitar tanto la deshidratación como la formación de moho.
Otra opción similar es almacenar el perejil dentro de un tupper forrado con papel de cocina ligeramente humedecido. Es tan fácil como colocar las hojas limpias y secas, sin aplastarlas unas sobre otras aunque estén apiladas, sobre el papel, cubrirlas con otra capa del mismo papel y cerrar el recipiente.
El más efectivo
Otra forma muy habitual es guardar el perejil en la nevera como si fuera un ramo de flores, es decir, con los tallos en agua. Para ello, daremos un corte en la base del tallo para eliminar la parte que ya se ha oxidado y así tener un corte "fresco" y pondremos las ramas en un vaso con un par de centímetros de agua. Para terminar, taparemos las hojas con una bolsa de plástico y dejaremos el conjunto en la nevera. La bolsa protegerá las hojas del aire seco de ésta evitando que se resequen.
Una variante de este truco, que a mí es la que mejor me funciona, consiste en utilizar una botella vacía de agua o de refresco. Hay que hacer una pequeña manualidad, pero muy sencilla. Con unas tijeras cortamos la botella a media altura, usaremos la base como "florero" para colocar nuestro ramo de perejil y, en la parte superior de la botella daremos unos cortes de un par de centímetros perpendiculares al corte circular haciendo una especie de fleco que nos permita encajarla sobre la otra parte dejando el perejil dentro. Una vez tengamos el perejil embotellado, podemos guardarlo en la puerta de la nevera.
Una cosa muy importante es que, independientemente del método elegido, debemos revisar el estado del perejil cada pocos días. Si observamos alguna hoja marchita o en mal estado, debemos retirarlas, así evitaremos que aceleren el deterioro del resto del manojo y nuestro perejil fresco durará mucho más tiempo.
¿Es buena idea conservar perejil fresco en aceite?
Cuando se trata de pequeñas cantidades, es frecuente guardar el perejil, muchas veces ya picado, en un frasco cubierto de aceite. Si se hace esto, hay que tener en cuenta que el aceite crea un ambiente anaeróbico (sin oxígeno), ideal para el crecimiento de Clostridium botulinum, la bacteria que causa el botulismo, una de las intoxicaciones alimentarias más peligrosas, por lo que deben tomarse ciertas precauciones:
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Siempre en la nevera. El bote debe mantenerse siempre refrigerado y nunca a temperatura ambiente. Y aun así, se recomienda consumirlo en el plazo de una semana.
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Escaldar previamente. Si queremos conservar el perejil en aceite, conviene escaldarlo primero (sumergirlo unos segundos en agua hirviendo y luego pasarlo a agua con hielo). Esto reducirá la carga microbiana, aunque no elimina completamente el riesgo.
- Evitar envasar cantidades grandes. Mejor preparar botes pequeños que se consuman rápidamente, y no volver a rellenarlos sin una buena limpieza previa.