Vaya por delante que esta receta no pretende sustituir a una proteína comercial prescrita por un nutricionista o un preparador físico en función de las necesidades de cada uno. Se trata solo de ver cómo se pueden utilizar ingredientes que muchas veces tenemos olvidados en alguna alacena de la cocina o que son muy fáciles de conseguir en cualquier supermercado para tener un preparado siempre listo que podamos utilizar para darle un extra de nutrientes a cualquier batido.
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Ventajas de la proteína en polvo
Aunque para la gran mayoría de las personas es un producto prescindible si se sigue una dieta equilibrada, estos preparados tienen algunas ventajas que han hecho que, en los últimos años, hayan pasado de ser un producto dedicado exclusivamente a la nutrición deportiva a ser un producto popular que vemos a menudo en redes sociales.
Una de las principales ventajas es que permiten obtener la cantidad adecuada de proteína que necesita nuestro cuerpo de una forma fácil. Por hacer una cuenta rápida, la necesidad diaria de proteína es de aproximadamente 1 gramo de proteína por kg de peso corporal, esto quiere decir que alguien que pese 80 kg necesita 80 g de proteína. Esto sería más o menos la cantidad de proteína que contiene una docena de huevos o unos 400 gramos de carne y, como no todos los días uno tiene ganas de comer tanta 'chicha', pues poder obtener las proteínas en algo tan fácil de hacer y de tomar como un batido puede resultar muy cómodo.
Otra ventaja de preparar un polvo de proteínas casero es que es fácilmente personalizable y se podrá adaptar sin dificultad a cualquier alergia o intolerancia.
Ingredientes que se pueden utilizar para hacer un polvo de proteína casero
Frutos secos, semillas o legumbres tostadas son buenos para formar parte de estos preparados, aunque lo mejor es elegir aquellos que aporten mayor cantidad de proteínas de origen vegetal.
Se pueden utilizar pipas de girasol, pipas de calabaza, semillas de sésamo, semillas de lino, semillas de cáñamo, almendras, cacahuetes, edamame o habas de soja tostadas.
Cómo preparar la proteína en polvo casera
En tan sencillo como triturar cada uno de los ingredientes por separado en un molinillo de café o en un procesador de alimentos. Lo haremos dando golpes de turbo y con cuidado de que no se liberen los aceites y se nos conviertan en una pasta. Lo que buscamos es que tengan una textura de polvo fino, como de harina.
Después solo tenemos que mezclarlos en un bote que cierre herméticamente y ya podemos conservar nuestra proteína durante semanas en la alacena.
Cómo utilizar el polvo de proteína
Puede añadirse a todo tipo de batidos y yogures. Se puede mezclar con la avena, se puede utilizar para hacer barritas energéticas, pero también puede añadirse a sopas o salsas. Nos servirá también para hacer panes proteicos.