Sé que muchos de vosotros estáis hasta las narices de vuestro horno, de que os la juegue cuando seguís al pie de la letra una receta y con la temperatura que indica vuestro horno hace lo que le da real gana.
Y claro, es el horno, que muchas veces hay que lidiar con el que nos toca en suerte porque ya formaba parte del piso en el que vivimos antes de que llegáramos nosotros y no hay opción para cambiarlo. Así que para ahorraros disgustos en forma de bizcochos hundidos por el centro (señal de que el horno está más frío de lo que debería) o de magdalenas volcánicas (cuando el horno está a más temperatura de la que indica el termostato) os voy a contar un truco muy práctico para saber si el horno está bien calibrado y que todos podéis hacer en casa sin tener que salir corriendo a comprar un termómetro. Solo necesitáis un puñado de azúcar blanco de ese que cada vez nos gusta usar menos.
Cómo saber si el horno está bien calibrado usando azúcar
Como la temperatura de fusión del azúcar es un dato conocido (son 186ºC) es muy sencillo hacer una prueba en casa para saber si el horno calienta como debe o si lo hace de más o de menos.
- Empezamos precalentando el horno a 180ºC con la bandeja a media altura. Debemos tener en cuenta que cuando se habla de precalentar el horno, no es esperar justo a que se apague la luz que indica la temperatura, pues eso nos dice que esa es la temperatura en el sensor del termostato, pero todavía habrá que esperar unos minutos a que la temperatura sea uniforme en todo el horno.
- Cuando el horno esté a 180ºC, ponemos una cucharada de azúcar sobre un trozo de papel de horno, lo colocamos sobre la bandeja y lo dejamos dentro unos 15 minutos tras los cuales pueden haber pasado dos cosas, que el azúcar sigue estando granulado (que es lo que debe ser) o que se haya fundido, si lo ha hecho, el horno calienta de más.
- Si no se ha fundido, subimos la temperatura a 190ºC, esperamos a que la alcance y repetimos la prueba introduciendo otra cucharada de azúcar sobre papel de horno. Si tras los 15 minutos se ha fundido y está líquido es que el horno funciona correctamente, si no ha empezado a fundirse, es que el horno calienta menos de lo que indica el termostato.
Cómo podemos corregirlo si no está bien calibrado
Si el horno calienta de más, es decir, el azúcar se funde a 180ºC:
- Repetiremos la prueba de ver si se funde o no el azúcar con el horno a 170ºC, si no lo hace quiere decir que nuestro horno calienta unos 10ºC de más, por lo que cuando hagamos una receta tendremos que seleccionar una temperatura de 10ºC menos. Si se sigue fundiendo el azúcar seguiríamos probando bajando cada vez la temperatura 10ºC hasta dar con el valor en el que no se derrite el azúcar. La diferencia hasta los 180ºC sería lo que nuestro horno calienta de más.
Si el horno calienta menos de lo que indica el termostato:
- Hacemos lo mismo que en el caso anterior, pero esta vez subiendo la temperatura de 10 en 10ºC hasta dar con el valor de la misma para el que se funde la cucharada de azúcar. La diferencia a 190ºC nos indica lo que nuestro horno calienta de menos y sería la temperatura que tendríamos que sumar a la que indique la receta.
Conclusiones
Como veis, saber si el horno está bien calibrado es bien sencillo, si el azúcar se funde entre 180 y 190ºC, si no lo está hay que buscar entre qué temperaturas se funde para sumar o restar la diferencia a las temperaturas que nos indican las recetas.