Esta semana es una llena de eventos en Madrid. El miércoles y jueves el Santiago Bernabéu se llenó hasta la bandera para recibir a la artista del momento que hacía parada en la capital para presentar The Eras Tour. Una Taylor Swift que ha puesto patas arriba la ciudad convirtiendo por segundos en casa un estadio que este fin de semana descansará y tendrá ojos puestos en Wembley (Londres) este sábado en la final de la Champions League que el Real Madrid juega contra el Borussia Dortmund.
Entre encuentro y encuentro el rey Felipe VI también ha tenido ocasión para salir a cenar. Lo hizo este pasado martes, junto con amigos, y la reserva esta vez tuvo lugar en un conocido y asequible restaurante de Chamberí.
Se trata de La Vaquería Montañesa y se ubica en el número 8 de la calle Blanca de Navarra, en el corazón de Almagro, una zona a la que la sobran opciones para ir a cenar y que muchos nuevos proyectos de restauración eligen como nuevo barrio en el que echar raíces.
En el caso de la Vaquería Montañesa, un restaurante bajo el paraguas de la ‘factoría Zamora’, también detrás de otras casas como La Carmencita, Celso y Manolo y Café Angélica o De Luz y La Caseta de Bombas, en Santander, la elección no fue casualidad. Se trata de un homenaje a esas vaquerías que salpicaban hace años la capital - entre Chamberí y el barrio de Salamanca juntaban 47-, y que desaparecieron cuando en 1972 la ciudad expulsó a sus vacas.
Abierto todos los días del año, en horario de comidas y cenas, el restaurante ofrece un recorrido por la despensa cántabra, por mar y tierra. Sencillez y buenas intenciones es lo que caracterizan a este restaurante que cuenta con un cuidado diseño y decoración, con mesas redondas, sillas Ton, fabricadas a mano y de origen checoslovaco y lámparas de Flos, diseñadas por los hermanos Ronan & Erwan Bouroullec, que iluminan con mimo el local.
Felipe VI y acompañantes pasaron la velada del martes noche en esta casa de comidas que no deja rotos en la cuenta bancaria ya que su ticket medio puede situarse por menos de 35€.
Qué se come en La Vaquería Montañesa
Nos encontramos con una carta variada, extensa y bien pensada. "Somos especialistas en pescados de la lonja de Santander, que compramos nosotros mismos en persona, en verduras ecológicas de temporada y de pequeñas huertas nacionales y en ternera ecológica de Siete Valles de Montaña, la primera cooperativa de ganaderos ecológicos de Cantabria".
El picoteo vaquero incluye elaboraciones como las croquetas de marisco del norte, para las que se utilizan nécoras, leche fresca de pasto y mantequilla de Liérganes, o las clásicas e imperdonables rabas de Santander.
Los tomates gozan de un apartado para ellos solos y se presentan en cuatro tipos de ensaladas diferentes. También las alcachofas, que se ofrecen en tres versiones. Más verde que procede huertas ecológicas y pequeños productores nacionales, que son recolectadas y llegan hasta la despensa del restaurante. Cuentan con pimientos rojos, escalivada, verduritas al curry, menestra o un tronco de calabaza asada que presentan con manzana, miel y picadillo de nueces, almendras y avellanas.
Los huevos se pueden difrutar de varias maneras también, y si se quiere pasar a platos más contundentes se puede optar por la pasta o el pollo de galo celta que preparar guisado en taquitos o como relleno de un rico cordon bleu.
El cerdo procede de basatxerri, del caserío. Trabajan el solomillo, y también otras elaboraciones que presentan en taquitos y tiras. Pero si hablamos de carnes la ternera ecológica, procedente de siete valles de montaña, es la estrella. Cuentan con steak tartar de ternera, tagliatta de ternera, albóndigas o solomillo que pasan por la plancha y acompañan con salsa cremosa de oloroso.
También hay pescado que procede de las aguas del Cantábrico, como la merluza, los lomitos de rape, la milanesa de rape o el San Martín.