Ya van faltando pocos días para la Semana Santa y, aunque muchos ya se han comido las primeras torrijas de la temporada, otros todavía están en proceso de decidir si este año harán su receta de toda la vida, si van a innovar con una de las 3567893 recetas que compartimos por internet los que nos dedicamos a esto o si pasan de complicarse la vida y optan por comprar torrijas hechas.
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Para esta última posibilidad, hay muchísimas opciones. Desde las novedosísimas torrijas de autor de venta en las pastelerías más exclusivas a precios nada inclusivos hasta las humildes torrijas de supermercado.
No hablaremos aquí y ahora de las primeras, cuando el precio de una torrija supera los tres euros, le suponemos una buena calidad, pero qué pasa si decidimos comprar nuestras torrijas en el supermercado. ¿En qué nos tenemos que fijar? ¿Merece la pena pagar 1,50 - 2,00 € por una torrija del súper?
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Qué llevan las torrijas del súper
Las torrijas tradicionales, las que con ligeras variaciones se han hecho en nuestras casas de toda la vida, se hacen empapando rebanadas de pan en leche azucarada e infusionada con un palo de canela y un trozo de piel de limón. Cuando el pan está bien empapado, se pasan por huevo y se fríen en el aceite que sea costumbre freír las cosas en cada casa. Se escurren bien y después se pasan por azúcar o una mezcla de azúcar y canela o, si se es un gran amante del dulce, se pueden bañar con un almíbar o con miel.
En las torrijas industriales que podemos encontrar en los supermercados, los ingredientes no siempre son éstos, sino que muchas veces se sustituyen por otros de menor precio y calidad y se añaden aditivos que mejoran el aspecto y la durabilidad del producto terminado. Por ejemplo, en vez de azúcar o miel, podemos encontrar jarabe de glucosa.
Cuál es la mejor torrija del supermercado
Según los expertos, una buena torrija debe tener un grosor de al menos 2 cm -es una torrija, no una french toast, estar jugosa hasta el punto de que la miga del pan debería tener la textura de una crema y presentar equilibrio en el sabor, sin que resulte empalagosa por un exceso de azúcar y sin que ningún aromático acapare el gusto tapando el sabor del resto de los ingredientes.
A la hora de comprar torrijas en el supermercado, debemos comprobar que están conservadas en frío, ya sea en nevera o en congelador, y debemos prestar atención a la fecha de caducidad. Una vez en casa, se deben seguir las instrucciones de preparación que se indique en el envase.
En un estudio publicado por la OCU en el que se analizaron diversas torrijas de supermercado en la campaña de 2023 se concluyó que el principal motivo que hace perder puntos a las torrijas del supermercado son los malos resultados en degustación. De hecho, la mitad suspenden la prueba por falta de sabor, poca jugosidad, retrogusto a aceite desagradable…
Otro inconveniente que tienen muchas torrijas industriales es la excesiva presencia de aditivos, como colorantes innecesarios o conservantes, agentes de textura o correctores de acidez que se podrían evitar, y prueba de ello es la composición de la torrija de El Corte Inglés, libre de cualquier aditivo.
Un tercer defecto habitual en la mayoría de las torrijas de supermercado analizadas por OCU es la sustitución de parte del azúcar o de la miel por jarabes de glucosa, un endulzante más barato y de inferior calidad. Aun así, su precio es relativamente elevado, pues siguen siendo mucho más caras que una buena torrija hecha en casa, elaborada con pan de calidad, leche, huevo, azúcar, canela y cítricos y frita en aceite de girasol.
Las torrijas que la OCU consideró una 'Compra Maestra' son las de Mercadona y se venden congeladas en un envase de 400 gramos con 4 torrijas a un precio de 6,00 euros (14,286 €/kg). Si bien, aunque estas torrijas fueron las mejor valoradas en degustación por su equilibrio de sabores y su textura jugosa, son también las que más aditivos emplean y las más ricas en grasa y azúcar.
Las otras torrijas que aprobaron el examen de la OCU fueron las de Casa Eceiza, las más caras de todas las analizadas, por su jugosidad y su sabor a caramelo y las de Carrefour que, siendo las más baratas de todas, destacaron por su jugosidad y por ser las de menor contenido en grasa y el azúcar.
Conocidos los resultados del análisis realizado por la OCU, la conclusión está clara, no hay nada como una torrija hecha en casa, es muchísimo más barata y muchísimo más natural.