Tamara Falcó e Íñigo Onieva ya están de nuevo en España después de su luna de miel por Sudáfrica y Zambia y tras una breve escapada a París. En su vuelta a la Península han comenzado a poner al día su agenda social y se han desplazado hasta Cádiz, donde los próximos días acudirán a una boda en Sotogrande a la que están invitados. En su viaje a la Costa de la Luz la pareja ha aprovechado para compartir una de sus pasiones comunes: la gastronomía.
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El matrimonio decidió acudir a uno de los restaurantes más reconocidos de la localidad de San Roque (Cádiz). Se trata de El Guadarnés, un local especializado en comida mediterránea que la marquesa de Griñón visita asiduamente desde hace tiempo. De hecho, ya estuvo con Íñigo y su amigo Hugo Arévalo hace casi un año. Por sus mesas también han pasado otros famosos, como el Juli y su mujer, Rosario Domecq, la periodista Carme Chaparro, el escritor Santiago Posteguillo o el periodista Máximo Huerta.
Tamara e Íñigo estuvieron acompañados durante la cena del hermano mayor de ella, Manolo Falcó, y de su esposa, Amparo Corsini. Por su parte, el establecimiento compartió en su cuenta oficial de Instagram una imagen con los comensales donde mostraba su agradecimiento por la visita: "Ya se ha convertido en tradición que Tamara Falcó visite cada verano el patio de El Guadarnés", escribían. "Gracias por elegirnos de nuevo para vivir una experiencia gastronómica con nosotros en tus vacaciones de verano".
Luis Miguel Laza, el propietario de El Guadarnés, ha revelado cuáles han sido los hábitos gastronómicos de Tamara e Íñigo las veces que han acudido a su local: "Son personas que se ponen en tus manos, prueban cositas y siempre terminan con el carabinero del Juli. Íñigo es muy fan de la tarta de toffee".
El Guadarnés fue fundado el 20 de septiembre del año 2000 por Luis Miguel Laza, hijo de Manuel Laza, fundador de otro restaurante bastante famoso por la zona, Venta Los Timbales. Es un pequeño establecimiento con decoración de estilo rústico y tan sólo 9 mesas, con capacidad para 40 comensales. Disponen de un comedor interior y una terraza que es ideal para el verano, donde estuvieron Tamara y su marido la última vez. Están centrados en carnes y pescados de la zona, que preparan habitualmente al horno o a la plancha.
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La carta está integrada por unos 50 platos. Entre los aperitivos, destacan sus 'aceitunas empanás' y su paté de centolla. En los platos principales sobresalen el San Jacobo de rape, el pulpo a la brasa o los carabineros al horno con huevo frito, entre otros platos basados en la gastronomía más tradicional. También tienen un apartado dedicado al atún rojo y suelen tener tartar y carpaccio de atún. Los postres más famosos son la torrija de brioche, el tocino de cielo, la tarta de queso y la tartaleta de manzana casera.
Como datos curiosos, el Guadarnés no abre nunca los domingos, una decisión que tomaron para que los trabajadores pudieran conciliar su vida familiar. "Lo hicimos desde el primer día: inauguramos un viernes y ese mismo domingo ya cerramos por descanso", contaba Luis Miguel. Además, tampoco doblan mesas, ya que no les gusta agobiar a los comensales: "Preferimos que se tomen el tiempo que deseen sin la presión de que se tengan que levantar para sentar a otros". Admiten reservas llamando a su número de teléfono. El precio medio es entre 30 y 40 euros por persona.