Salamanca es un destino preferente cuando se trata de hacer una escapada para disfrutar de la buena mesa como fin en el camino. Eso bien lo sabe el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quien este fin de semana se ha desplazado hasta la ciudad castellana junto a su novia Teresa Urquijo y Moreno, para darse un homenaje. El lugar elegido: el negocio familiar Mesón de Gonzalo.
Este referente en la capital charra ha sido en numerosas ocasiones el elegido por algunos de los comensales más distinguidos del panorama nacional e incluso internacional. Gonzalo Sendín dirige el timón de este establecimiento que lleva en funcionamiento desde la posguerra, a manos del abuelo de Gonzalo, quien lo abrió sus puertas en 1947 y después le pasó el testigo al padre de este, consolidando el negocio, para después pasárselo de nuevo al actual Gonzalo, tercera generación, quien se encuentra al frente desde 2011.
Fue el mismo Gonzalo quien compartió desde su perfil de Instagram la instantánea que había dejado este encuentro. Una foto que inmortalizó la comida a la que acaban de poner fin la nueva pareja del momento. “Un placer haber recibido hoy a José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo. Gracias por vuestra visita, alcalde", celebran en la imagen.
En el Mesón de Gonzalo conviven tradición y vanguardia, en un marco donde la calidad, el servicio y ubicación, son alicientes para convertirlo en indiscutible primera opción. Con una carta que se mueve bajo la estacionalidad y el ritmo que marcan las temporadas. Cocina castellana y de raíces con un toque actual que anima al público siempre a volver y les ha hecho merecedores de numerosos reconocimientos, entre ellos, un sol Repsol.
Para comenzar, su jamón ibérico es siempre protagonista indiscutible, y por eso no faltó en la mesa de la pareja. Entre otros entrantes y clásicos de su cocina se encuentran las croquetas o las Anchoas Serie Oro Doble costera aliñadas en mesa con mantequilla ahumada y pan brioche. También cuentan con ricas ensaladas y aún mejores arroces.
Además, no faltan los platos emblemáticos más premiados como son sus manitas de cerdo deshuesadas, boniato trufado y oporto o sus clásicos callos. En el apartado de carnes, donde no escatimas en calidad y cuentan con proveedores de confianza entre los que figuran, entre otros, Discarlux, destacan los asados tradicionales al horno como son el cochinillo o la paleta de cordero lechal.
Allí la tradición también se respira en su espacio. El comedor principal se esconde en un salón abovedado de piedra, típico aspecto que presentan estos mesones castellanos templos del producto y del asado, pero sin descuidar la decoración, sencilla y sin recargamientos, con una pátina taurina que lo ha caracterizado desde el primer día. En la planta de arriba se encuentra La Barra para una experiencia más informal pero de igual calidad. Además, cuenta con una espléndida terraza en pleno corazón del casco histórico de Salamanca, a la vista de la Plaza Mayor.