La mayonesa es una de las salsas más populares de nuestra cocina. Tanto en sus versión más básica como todas sus variantes están presentes en platos que van mucho más allá de la ensaladilla rusa.
Que si para darle un toque a un pescado hervido o unas verduras como los espárragos, para dar jugosidad a sandwiches y bocadillos o incluso para preparar platos tan típicos como el gazpachuelo malagueño.
Aunque su elaboración no entraña apenas dificultad, pues la mayonesa consiste en una emulsión de huevo y aceite aderezada con sal y, opcionalmente, vinagre o zumo de limón que cualquiera puede hacer con éxito sin más ayuda que la de una buena batidora, lo cierto es que el uso del huevo en crudo hace que sea una preparación a la que hemos de tenerle no miedo, pero sí respeto.
Por eso, para evitar los posibles riesgos que podrían derivarse del consumo de huevo crudo, es muy común el consumo de mayonesas industriales elaboradas a base de ovoproductos como la yema de huevo pasteurizada.
Las opciones en el mercado son numerosas y variadas en cuanto a calidad y composición, pero si hay algo que choca la primera vez que uno echa un vistazo a la lista de ingredientes de una mayonesa de bote es que uno de los ingredientes es el azúcar. Por supuesto que existe mayonesa sin azúcar de bote, pero normalmente hay que leer la etiqueta de muchas hasta dar con ella.
Siendo muy estrictos, una mayonesa que lleve zumo de limón entre sus ingredientes, aunque no lleve azúcar como tal, no podría considerarse una mayonesa sin azúcar, pues el limón contiene fructosa. Tampoco podríamos calificar como mayonesa sin azúcar a una mayonesa que lleve leche, pues contendría lactosa, que también es un tipo de azúcar.
El caso es que en los últimos tiempos varias personas diabéticas me han referido esta mayonesa después de que sus respectivos nutricionistas les recomendasen la mayonesa Musa como la mejor opción de mayonesa sin azúcar del mercado.
Musa, mayonesa sin azúcar propio ni añadido
La mayonesa Musa se fabrica en Córdoba desde el año 1944 en el que Baldomero Moreno, propietario de una empresa relacionada con el mundo del olivo -madera, aceite- decidió ampliar el negocio y empezó a vender mayonesa. La empresa tuvo una expansión meteórica a nivel nacional e internacional.
En el año 1950 comenzó a vender catsup, siendo la primera marca en fabricar y vender ketchup en España. Las botellas de cristal de este producto se exportaban a Europa y Latinoamérica.
En el año 1979, la empresa volvía a triunfar sacando al mercado su salsa rosa.
Ya en el siglo XXI, preocupados por las diversas necesidades nutricionales de la población elimina el gluten y todo el azúcar de su mayonesa más popular y lanza mayonesas especiales como la Salsa fina o Mayonesa ligera baja en grasas o la Mayonesa sin huevo y sin lactosa.