El sistema inmunológico es el conjunto de estructuras y procesos biológicos del interior del organismo que nos protege contra enfermedades, para ello el sistema monitorea nuestro interior y “clasifica” lo qué es beneficioso para nuestro cuerpo y aquello que es perjudicial para nuestra salud.
El sistema inmunológico está conformado principalmente por glóbulos blancos (células de defensa), pero existen otros tejidos corporales que participan en la defensa de nuestro organismo como la piel, la médula ósea, el bazo, los nódulos linfáticos, las amígdalas, el apéndice, el hígado y secciones del intestino, a su vez nuestro cuerpo cuenta con moco, ácido gástrico, etc.
El correcto funcionamiento de nuestro sistema inmunológico depende de diversos factores ambientales y psicoemocionales, pero indudablemente el componente nutricional es otro de los factores principales que repercuten en su fortalecimiento o, por el contrario, en su debilitación.
Dentro de estos diversos factores influyentes, algunos son más fácilmente controlables y otros no lo son tanto. Una actitud correcta y equilibrada frente a la vida nos ayuda a mantener correctamente nuestro sistema inmune, esta actitud junto a un estilo de vida saludable compuesto por una dieta equilibrada y un cuidado básico del cuerpo conforman el pack completo.
Existen algunos síntomas que nos harán sospechar que nuestras defensas están bajas, los más comunes son los siguientes:
- Pupas en los labios.
- Más cansancio del habitual.
- Heridas que tardan en cicatrizar.
- Dolores musculares.
- Fragilidad del cabello.
Cuando un alimento beneficia a nuestro sistema inmunológico se conoce como inmunología nutrimental, es importante saber lo que comemos ya que una carencia de ciertos nutrientes se ha demostrado estar ampliamente ligado con un debilitamiento del sistema inmune. Lo ideal no es dejar de tomar determinados alimentos sino tomarlos de forma equilibrada, en su justa medida.
Los nutrientes directamente relacionados con el sistema inmune son:
- Vitamina C. Aumenta la producción de interferón, sustancia que impide a una amplia variedad de virus crear infecciones, potenciando así la inmunidad. Esta vitamina es esencial para la creación de colágeno, componente de la membrana de las células, por lo que contribuye al mantenimiento de las barreras naturales contra las infecciones.
- Vitamina A. Ayuda a combatir las infecciones y a mantener la integridad de las mucosas.
- Vitamina E. Aumenta la respuesta inmunológica según diversos estudios.
- Otras vitaminas. Tienen mayor importancia las del grupo B, la carencia de ácido fólico o vitamina B9, tiamina o B1, riboflavina o B2, ácido pantoténico o B5, biotina o B8 y cianobalamina o B12, repercute en la disminución de anticuerpos
- Hierro. La deficiencia de hierro disminuye la proliferación celular y la respuesta inmunológica.
- Zinc y Selenio. Su carencia afecta a los órganos que se encargan de generar linfocitos y a la respuesta inmunológica.
Hay que destacar un dato importante, el sistema inmunológico está altamente ligado con el funcionamiento intestinal, se conoce que cerca del 60% de las células del sistema inmune se sitúan alrededor del intestino en una zona conocida como placas de Peyer. Además esto es así porque el tracto digestivo es la puerta principal de todas las sustancias nutritivas y no nutritivas que acompañan a los alimentos, por su fuera poco, en el intestino encontramos la flora intestinal compuesta por bacterias y levaduras, dicha flora hay que mantenerla en equilibrio ya que ayuda en las digestiones pero de forma descontrolada puede convertirse en algo perjudicial para el propio organismo, por todo ello es importante cuidar nuestro sistema digestivo ya que a su vez esto repercutirá sobre nuestro sistema inmunológico.
Algunos de los alimentos que ayudan a reforzar nuestro sistema inmunológico son los siguientes:
- Kiwi. Aporta vitamina C y fibra, se recomienda comer 3-4 veces por semana.
- Perejil. Aporta clorofila y vitamina C.
- Carne de ternera magra. Se recomienda tomarla 2 veces por semana porque aporta hierro, zinc y vitamina B12.
- Chocolate negro. Aporta a nuestro organismo flavonoides y antioxidantes.
- Yogur probiótico o kéfir. Ayudan a cuidar nuestra flora intestinal, se recomienda 1 o 2 raciones diarias.
- Huevo. Es importante consumir 3-4 huevos a la semana porque aportan vitamina B, proteínas, hierro y zinc.
- Espinaca. Aporta a la dieta carotenos y ácido fólico.
- Ajo y cebolla. Contienen compuestos sulfurosos que actúan como antibióticos.
- Limón. Aporta potasio y vitamina C.
- Sandía. Contiene gran cantidad de un poderoso antioxidante llamado glutatión.
- Ostras. Aportan zinc a la dieta que ayuda entre otras cosas a la curación de las heridas.
Hay muchos más alimentos que nos ayudarán a mantener fuerte nuestro sistema inmunológico de forma natural, probablemente el artículo del siguiente link te aportará muchas ideas para cuidarte desde dentro.
Por supuesto, es imprescindible que además de la dieta cuidemos otros factores como pueden ser hacer ejercicio moderado asiduamente, evitar el tabaco, alejarnos del estrés, descansar adecuadamente, etc. Al fin y al cabo, todo se basa en llevar un estilo de vida saludable, algo de lo que siempre escuchamos hablar pero que de lo que aún muchos no somos conscientes.