El kebab hace referencia a una amplia variedad de comidas en pinchos originarias del Medio Oriente, pero el kebab más extendido y que todos conocemos, seamos o no amantes de este plato, es el compuesto por un bloque de carne ensartada en una barra de metal que se cocina en un horno vertical.
El kebab originario es elaborado con carne de cordero, pero lo cierto es que actualmente podemos encontrarlo preparado con otros tipos de carne o incluso pescado. Normalmente los restaurantes donde solemos comprarlos suelen ofrecernos tres variedades: cordero, pollo o ternera.
Hasta aquí la teoría, pero estoy segura de que muchos os habréis preguntado en alguna ocasión de que están realmente elaborados estos “tacos” de carne, ya que desgraciadamente la carne no es precisamente identificable a simple vista.
En Reino Unido, y tras la polémica relativamente reciente de la presencia de carne de caballo en hamburguesas preparadas y otros alimentos procesados, se han tomado muy seriamente eso de no saber exactamente los ingredientes utilizados para la elaboración de productos especialmente procesados, como el caso del kebab.
Ahora la sospecha de fraude alimentario recayó sobre el kebab, nuestro protagonista, por lo que la FSA (Agencia Británica de Seguridad Alimentaria) ha realizado un análisis exhaustivo que ha dado como resultado que una gran parte de las muestras de kebabs analizados servidos en Londres y Birmingham no están elaborados con la carne que deberían estarlo, en este caso carne de cordero.
De las 143 muestras de kebab de cordero estudiadas, 43 contenían otras carnes que no eran de cordero y 25 de estos 43 ni siquiera contenían cordero. Las carnes encontradas en la composición de las distintas muestras han sido sobre todo carne de ternera, pollo y pavo, pero lo más grave es que no se han logrado identificar 5 de los tipos de carne encontradas.
Debido a la luz vertida tras el estudio de la FSA, este mes de Mayo se han iniciado nuevos análisis de muestras de kebabs con el objetivo de destapar distintos fraudes alimentarios que podrán ser sancionados hasta con multa de 5.000 libras (unos 6.100 euros aproximadamente).
¿Crees que como la polémica de caballo este nuevo escándalo se extenderá a otros países?
Y tú, ¿sigues confiando ahora en la composición cárnica del kebab que compras?
Fuente | Food Standards Agency