En el 2013 entraba en vigor la aplicación obligatoria de pesticidas en todos los viñedos de la Côte-d’Or para luchar contra la flavescencia dorada, una de las enfermedades más comunes en los cultivos de este tipo en el país. La propaga un insecto (Scaphoideus littoralis Ball) que transmite esta enfermedad, la cual causa un descontrol en el funcionamiento de las cepas y puede llegar a provocar su muerte.
Según las autoridades, la enfermedad apareció a mediados del siglo XX y en la actualidad amenaza los viñedos de la región de Côte-d’Or de Borgoña. Por este motivo, la administración local ordenó que todos los viticultores de la zona tratasen sus cultivos con pesticidas para detener la propagación de la enfermedad.
Este hombre llamado Emmanuel Giboulot se niega a usar pesticidas a base de piretrina sobre sus campos del Pyrevert por no ver motivos para su uso, ya que sus viñas estaban en perfecto estado y sin daños por parte de este insecto. Para este viticultor este pesticida es muy agresivo y peligroso para las abejas y demás insectos que son necesarios para mantener saludables sus viñedos. No obstante optó por alternativas biológicas y métodos naturales, alternativas que son más respetuosas con el medio ambiente.
Un inspector de la dirección general de Agricultura se dio cuenta de la desobediencia el día 30 de julio del año pasado. Dicho inspector le pidió los recibos y al no tenerlos se vio obligado a transmitir el caso a la Fiscalía siendo Giboulot acusado de delito.
Desde ese momento organizaciones medioambientales y personas anónimas comenzaron campañas en apoyo a este viticultor galo. Incluso el prestigioso diario The New York Times dedicaba su página editorial a este suceso el pasado 2 de enero.
El 24 de febrero, Emmanuel Giboulot se ha sentado ante el juez y conocerá su sentencia el 7 de abril, según informa Le Figaro.