Esta pregunta y qué ocurre si los restaurantes rellenan las aceiteras son dos de las mayores dudas que han surgido desde que la nueva ley referente al uso de aceiteras irrellenables se aprobase a finales de 2013. La respuesta es sencilla, y me temo que no no nos va a gustar mucho.
El pasado mes de Noviembre el Gobierno aprobó la ley referente a las aceiteras irrellenables y el etiquetaje obligatorio de los envases de aceite en hostelería, restauración y catering.
Resumiendo lo que nos cuentan desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, esta ley supone que:
Los aceites que se pongan a disposición del consumidor en los establecimientos de hostelería, restauración y en los servicios de catering deberán presentarse en envases etiquetados, estar provistos de un sistema de apertura que pierda su integridad tras su primera utilización y disponer de un sistema de protección que impida su rellenado una vez agotado su contenido original.
¿Qué pasará con aquellos restaurantes que incumplan la nueva normativa? Se enfrentarán a multas de entre 600 y 600.000 euros, dependiendo de cómo y en qué medida considere cada comunidad autónoma que se ha infringido la ley.
Sin embargo queda un punto que no acaba de aclararse al respecto de la ley de aceiteras irrellenables. Se trata del asunto de los aderezos, y es que si juntamos un aceite con ajo, romero, guindilla u otro ingrediente, estaremos preparando lo que se considera un condimento y no un aceite de oliva virgen extra, por lo que si lo etiquetamos como tal podríamos seguir usando aceiteras rellenables. Pero volvemos a lo mismo, ¿merece la pena arriesgarse? Cada uno tendrá que decidir.
¿Qué os parece esta nueva ley de aceiteras?