Esta mañana estaba navegando por mis redes sociales y me he encontrado la imagen que veis encabezando este post. Sin lugar a dudas el café es el alimento por excelencia conocido por contener cafeína, pero no es el único, y en algunos casos nos podemos encontrar que hay algunos que tienen más cafeína que el propio café.

De hecho esto no es algo raro, ya que el nombre cafeína se usa porque Friedrich Ferdinand Runge es el que le dio al descubrir este compuesto químico en el café, pero forma parte de muchos otros alimentos, y no es en el café donde más hay.

Lo cierto es que el efecto del café sobre el ser humano es algo que no se deja de estudiar, y pese a ello todavía no queda muy claro en qué medida hace efecto. Al final depende mucho de cada persona cómo nos afecte la cafeína, y aunque algunos productos contengan más que otros la comparación no es tan sencilla como la imagen superior nos intenta mostrar.

La Metilxantina es un grupo de alcaloides estimulantes que incluye la cafeína, teofilina (también conocida como teína) y teobromina. Aunque los tres pertenezcan a la misma familia y sean similares, no causan los mismos efectos. Es cierto que una taza de chocolate pueda contener más teobromina que la cafeína de un expreso, pero eso no significa que su efecto estimulante sea mayor. De hecho existen estudios que indican que la teobromina no produce efectos estimulantes del sistema nervioso en el ser humano al consumir chocolate, por lo que fiarse de la tabla superior si buscamos efectos de este estilo es arriesgado.

Aquí tenéis una tabla en la que se indica la cantidad del tipo de Metilxantina (cafeína, teofilina y teobromina) de diferentes alimentos (fuente: Consumer):

Como veis, si hacemos una taza de chocolate con solo 40 gramos de este, superamos el nivel de cafeína que tiene un café de 180 ml. Pero hay que volver a insistir en que los efectos de los diferentes tipos de metilxantina no son iguales en todos, y no siempre se dan en el ser humano, por lo que cuidado con este tipo de tablas.

Y como apunte final, indicar que los últimos estudios aconsejan no superar los 300 miligramos de cafeína al día, aunque cada persona responde diferente ante la cantidad consumida. Como siempre, un consumo responsable y lógico adaptado a nosotros es lo más importante.