¿Fue la terapia holística o pura suerte? La exmodelo Elle MacPherson ha hablado del cáncer de mama que padeció y que superó sin someterse a quimioterapia, según cuenta en su autobiografía, Elle, que acaba de publicarse en Australia.
El extracto publicado en la revista Australian Woman's Weekly dice que MacPherson se sometió a una tumorectomía en la mama con 53 años, hace siete. El análisis del tejido tumoral reveló que tenía un carcinoma intraductal con receptor de estrógeno HER2 positivo y que los médicos recomendaron una mastectomía, radio y quimioterapia, una terapia hormonal posterior y, finalmente, la reconstrucción de la mama.
En lugar de seguir estas recomendaciones, la exmodelo —que tiene una firma de suplementos naturales de belleza y bienestar— dice que consultó con un 'dentista holístico', un naturópata, un osteópata o un quiropráctico, entre otros, y que dedicó ocho meses a su 'viaje de curación'.
"En términos tradicionales, dirían que estoy en remisión clínica", explica, "pero yo diría que estoy en un bienestar total. ¡Y lo estoy!"
Aunque esté plenamente convencida de que su viaje de sanación es responsable de la remisión clínica, los oncólogos consultados por este periódico no lo ven tan claro.
"Recuerda a cuando alguien dice que su abuelo sigue fumando con 97 años", comenta Álvaro Rodríguez-Lescure, jefe de Oncología del Hospital General Universitario de Elche. "Pero no es un argumento válido: tuvo suerte pero se la jugó".
Eva Ciruelos, coordinadora de la Unidad de Cáncer de Mama de HM Hospitales y oncóloga del Hospital 12 de Octubre de Madrid, recuerda que "estas experiencias individuales no deberían impactar en la toma de decisiones de pacientes o personas vulnerables, que son más sensibles a este tipo de informaciones. Puede perjudicar a muchas pacientes".
Aunque cada cáncer de mama sigue un tratamiento personalizado, una vía habitual en tumores localizados (como se supone que fue el de MacPherson) consiste en la extirpación quirúrgica y varios ciclos de radio o quimioterapia.
El objetivo de estos ciclos es acabar con células cancerígenas que podían haber migrado del tumor y que, por tanto, no hubieran sido extirpadas con la cirugía.
Pero, como apuntan Rodríguez Lescure y Ciruelos, este riesgo es una cuestión de probabilidad. "Puedes tener un 90% de probabilidad de recaer en un tumor, pero eso también quiere decir que hay 10% que no lo hace", señala el oncólogo alicantino, que, además, apunta lo incongruente de la información facilitada por la exmodelo: "Un carcinoma intraductal no se trata nunca con quimioterapia".
"Es una cuestión de probabilidad", continúa. "Que un caso concreto, individual, de alguien que se opera y no recae no quiere decir que esto sea una buena política: ha podido tener suerte".
Ciruelos recalca que las decisiones de los médicos están basadas en el método científico, "que mantiene un rigor muy exigente a la hora de demostrar que algo en salud funciona: un tratamiento, una prueba diagnóstica... Todo esto lleva asociado años de trabajo, mucha investigación, etc. Hasta que se demuestra que una intervención es mejor que otra y se estandariza".
El miedo a la quimioterapia
Aunque puede haber recomendaciones de otro tipo (estilos de vida, nutrición, ejercicio), la oncóloga señala que estas "nunca sustituirán los tratamientos convencionales".
"Hay hueco para todos pero no podemos permitir que alternativas no demostradas susituyan y reemplacen al tratamiento que ha demostrado resultados en salud".
Detrás de una decisión como la de MacPherson también está el miedo a la quimioterapia, a la que llega a calificar como "beso de la muerte". Rodríguez Lescure apunta que "no es un tratamiento agradable y por eso la recomendación debe estar muy bien fundamentada".
Con todo, hay personas que la aguantan mejor que otras y, además, existen herramientas para saber qué tumores pueden beneficiarse de la quimioterapia y cuáles no, "y las aplicamos a diario en los últimos 15 años, con lo que hemos conseguido evitar que muchas pacientes la reciban".
"Hay que hacer balance, qué es lo que se gana y qué es lo que se puede perder. Pero, cuando está indicado y puede suponer la curación de la enfermedad, hay que asumir los riesgos de los efectos secundarios".