Carmen Iglesias, doctora en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid y especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, advierte sobre el lipedema, una enfermedad inflamatoria que afecta a los depósitos de grasa bajo la piel y se suele confundir con la celulitis, aunque es una forma mucho más seria. Por ello es necesario "un abordaje integral", explica, "manteniendo un estilo de vida saludable, y con un tratamiento conservador del mismo para mejorar el dolor y la pesadez".
No obstante, Iglesias explica en una entrevista con Europa Press que la cirugía es el único tratamiento que elimina esa grasa de forma definitiva. "Las mujeres cambiamos de peso con cierta facilidad por los trastornos hormonales, por los embarazos o por la menopausia, y esos son los momentos en los que hay que llevar una dieta sana y equilibrada, dando especial importancia a las proteínas y reduciendo el consumo de hidratos de carbono", apunta.
"En cuanto a la cirugía, con la liposucción eliminamos los depósitos de grasa excesivos y mejoramos la forma y función de las extremidades afectadas. Es crucial que estos procedimientos sean realizados por cirujanos plásticos con experiencia en el tratamiento del lipedema para garantizar resultados óptimos y minimizar los riesgos", ha añadido la experta.
El lipedema es una enfermedad inflamatoria crónica de la grasa que afecta principalmente a mujeres. Se estima que entre un 12 y un 18 por ciento de mujeres entre 35 y 45 años la padecen, pero, a pesar de esto, sigue estando subdiagnosticada. "Supone unos depósitos grasos localizados en determinadas zonas de las piernas y en los brazos, y que cursan con dolor a la palpación y pesadez que terminan causando dificultad para el movimiento", ha señalado.
Tras la cirugía, aclara, "incluso ganando grandes cantidades de peso, las pacientes no vuelven a tener esa deformidad tan llamativa como antes de operar". Las regiones tratadas conservarán la forma otorgada por la cirugía. Por otro lado, para los periodos de inflamación se pueden realizar drenajes linfáticos, presoterapia, radiofrecuencia o tratamiento con ultrasonido". Van a bajar la inflamación y el edema de manera temporal", añade.
El postoperatorio del lipedema, prosigue la especialista, "es menos duro de lo que muchas veces nos imaginamos", asegura. "Los hematomas son molestos al roce, a la presión y una sensación de palpitación, para lo que se toman analgésicos. Es muy importante salir a caminar mucho, cuanto más mejor, beber muchos líquidos y continuar el tratamiento, además de llevar las medias de compresión indicadas por el especialista".
En cuanto a la vuelta al trabajo después de la cirugía, la experta ha indicado que eso depende del tipo de trabajo. "Lo normal es que pasados 7 o 10 días las pacientes se puedan incorporar a su actividad laboral, pero todo va a depender del trabajo que desarrollen. Para un trabajo en el que haya que realizar grandes esfuerzos o estar mucho tiempo de pie pueden ser necesarias tres semanas de baja", concluye.