Los hombres viven ya casi tanto como las mujeres: la brecha de longevidad se iguala cada vez más

Las estadísticas estiman que cualquier niño que nazca ahora en España llegará a cumplir los 80 años, y más incluso si nace con el sexo femenino. Nuestro país se ha colado en unas décadas entre las grandes superpotencias de la longevidad, como Japón. De hecho, hace unos años la Universidad de Washington llegó a calcular que en el 2040 las personas que habitan en España serían las que más vivirían en el mundo. Pero esto no siempre fue así. Hace un siglo, los niños que nacían en España tenían una esperanza de vida de unos 40 años.

No es que España cuente con un secreto que haya obrado este milagro, sino que como los países de nuestro entorno hemos dado pasos en esta dirección. Vivimos un período sin guerras, las vacunas y la mejora de las condiciones higiénicas han reducido enormemente la mortalidad infantil y hemos convertido en crónicas algunas de las enfermedades que más nos matan. Ante este fenómeno, un grupo de científicos de la Universidad de Alcalá se ha preguntado si existe un mismo patrón de mortalidad y longevidad entre todos los países del mundo.

El resultado es un estudio que se ha publicado este miércoles en la revista científica PLOS ONE y que ofrece una mirada actualizada a la mortalidad en todo el mundo. Para ello, han tomado datos de hasta 194 países, separados por sexos —ya que en todo el mundo se observa que las mujeres viven más que los hombres— y del período entre 1990 y 2020. Estos datos salen de los registros de la División de Población de Naciones Unidas (ONU) y en ellos aplicaron hasta ocho indicadores de la mortalidad, aparte de la esperanza de vida.

Cinco grandes grupos

Para realizar este estudio, los autores separaron usando machine learning en cinco grandes grupos los datos de los 194 países por sexo y en tres grandes períodos: en 1990, 2010 y una predicción para el 2030. Los países de cada uno de esos cinco grupos debían tener datos similares en cuanto a los nueve indicadores de mortalidad que estaban estudiando. De esta manera, vieron qué países saltaron de un grupo a otro con los años, cambiando su patrón de mortalidad. Muchos de estos países cambiaban este patrón debido a guerras o a condiciones sociales, económicas o políticas que eran perjudiciales para la vida.

En cualquier caso, el gran descubrimiento del estudio es que a nivel mundial las personas cada vez viven más años y las diferencias de esperanza de vida entre sexos se están haciendo más pequeñas. ¿Qué posición ha tenido España en todas estas etapas? Nuestro país se encontraba en el grupo 2, junto al resto de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), durante todas las etapas estudiadas. "Estos países han completado la transición epidemiológica y también han tenido éxito en la revolución cardiovascular y, por lo tanto, presentan los mayores resultados de longevidad", explican los autores en el estudio.

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Si bien hubo cambios entre los países que formaban los bloques de países entre 1990, 2010 y 2030, al pasar los años se observó una tendencia a que estuvieran ligados a un continente. Es decir, los países componentes de cada grupo eran, por lo general, vecinos geográficos. "Este estudio proporciona una perspectiva interesante sobre el desarrollo de la desigualdad mundial en términos de longevidad", explica Jesús Adrián Álvarez, miembro del consejo directivo de la Sociedad de Demografía Danesa a Science Media Centre (SMC).

Mejores resultados

"A pesar de haber ciertas convergencias en indicadores de longevidad entre regiones, hay marcadas diferencias entre países. Por ejemplo, los españoles viven en promedio 83 años, mientras que el promedio de vida en Nigeria es solo de 53 años. Esta simple comparación da una idea de la magnitud de las desigualdades mundiales que predominan en la actualidad y que muy probablemente prevalecerán por muchos años más", explica Álvarez. De todas formas, se explica que la esperanza de vida también crece en África.

El aumento de personas que envejecen en los últimos 30 años ha crecido y se espera que lo siga haciendo en los próximos años. "Entre todos los grupos, África es la región que está haciendo las mejoras más significativas en los indicadores de mortalidad", explican los autores en el artículo. Si bien los países con mejores resultados —entre los que se encuentra España— también están aumentando, lo hacen a un ritmo más lento. El estudio también ha señalado la reducción progresiva de la brecha de la longevidad entre hombres y mujeres: históricamente, ellas han vivido más.

Esta histórica mortalidad más alta en los hombres se explica, según los autores del estudio, por el estilo de vida dañino de la clase obrera que, antiguamente, estaba formada en su mayoría por hombres. De todas formas, el estudio sugiere que las mujeres seguirán viviendo más que los hombres por pura genética: "Este hecho se puede explicar con el cromosoma Y, que está asociado a un mayor riesgo de mortalidad y de enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como las cardiovasculares, la fibrosis o la disfunción cardíaca".

Reducir enfermedades

"Este hallazgo está en línea con investigaciones previas, las cuales señalan que la brecha de longevidad entre hombres y mujeres se ha reducido en países con economías de altos ingresos. Sin embargo, esta reducción no significa necesariamente que los hombres vivan más que las mujeres", explica Álvarez. "Las estadísticas señalan que una de las causas principales de este fenómeno es el aumento de muertes entre mujeres debido a cánceres y enfermedades respiratorias asociadas al consumo de tabaco, lo cual se traduce en mayores pérdidas en esperanza de vida de mujeres en comparación a la de los hombres". 

Según el documento Las cifras del cáncer en España 2023 de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en la década de 1970 se produjo un auge del consumo de tabaco en las mujeres y, por esta razón, ahora es el tercer tumor más frecuente en el sexo femenino. Por desgracia, el organismo espera que otros tumores relacionados con el tabaco como el de cavidad oral y faringe o el de vejiga urinaria también aumenten en los próximos años entre las mujeres.

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Este estudio de la Universidad de Alcalá supone una nueva revisión a la evolución de la longevidad elaborada con técnicas más sofisticadas. En cualquier caso, explican que el estudio cuenta con ciertas limitaciones: en primer lugar, las predicciones que hacen para 2030 pueden no cumplirse debido a que las guerras o las políticas pueden alterarlas y, en segundo lugar, porque los datos de algunas regiones del mundo pueden llevar a fallos en las estimaciones por no ser de la máxima calidad. 

Por último, Álvarez apunta a que sería interesante ver en el futuro estudios que hagan hincapié en la calidad de vida en esas edades cada vez más avanzadas: "Esta perspectiva es esencial en el desarrollo de políticas sociales y de salud pública con énfasis en el bienestar humano".