La denervación renal es la técnica a tener en cuenta para aquellos casos de hipertensión más difíciles de controlar. Si bien este procedimiento puede resultar aún desconocido, la hipertensión, sin duda, nos toca a todos de cerca. Sólo en España se calcula que hasta el 42,6% de la población adulta mayor de 18 años es hipertensa. Por desgracia, padecer hipertensión conlleva un incremento del riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular, que todavía sigue siendo la primera causa de muerte en nuestro país.
Actualmente, la medicina cuenta con muchas opciones para poder controlar la tensión arterial alta. Sin embargo, no siempre es posible y en algunas ocasiones los pacientes son resistentes a dichos tratamientos. En esos casos, la denervación renal puede ser una opción muy eficaz. Consiste en reducir la actividad del sistema nervioso simpático renal, que desempeña una función fundamental en el control de la presión arterial.
"Este procedimiento se conoce desde hace años, pero algunos estudios, de metodología cuestionable, la habían puesto en tela de juicio. Investigaciones más recientes han demostrado que se trata de un procedimiento seguro y, además, eficaz para ayudar a manejar a pacientes con hipertensión resistente y que actualmente no tenían opciones", explica Jorge Moisés, médico experto en Nefrología y codirector del Instituto de Cardiología y Medicina Interna (CMI).
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Precisamente, este proceso se realiza en la Unidad Multidisciplinar de Hipertensión y Denervación Renal que ha surgido por la colaboración del Instituto del Corazón Teknon y el CMI. La denervación renal ha sido destacada por la Sociedad Europea de Hipertensión como un tercer pilar en la atención de este factor de riesgo cardiovascular. Este organismo internacional destaca la importancia de que esta técnica sea aplicada de manera multidisciplinar y confirma su eficacia y su seguridad.
Rápida recuperación
"Esto sigue siendo fundamental para el manejo de la hipertensión y de la denervación renal, y se debe complementar con cambios de estilo de vida, como una alimentación saludable, actividad física regular y la reducción de estrés, así como el uso adecuado de fármacos antihipertensivos. Pero es cierto que la denervación renal se presenta como una opción adicional y prometedora para aquellos pacientes que no logran controlar su presión arterial a través de los tratamientos convencionales", subraya Moisés.
La denervación renal se realiza de forma percutánea, es decir, se realiza mediante un catéter que se inserta a través de la arteria femoral para alcanzar desde allí las arterias renales. Una vez colocado, se aplica una radiofrecuencia que genera energía térmica, la cual destruye las terminaciones nerviosas simpáticas de la zona. Al realizarse de esta manera, el paciente regresa a casa en sólo un día y se reincorpora a su vida habitual. La anestesia general no es necesaria y se suele sedar al paciente.
"De esta forma, se consigue reducir la actividad del sistema nervioso simpático renal, que estimula la presión arterial. Al disminuirla, se espera que esta técnica contribuya a la reducción significativa de la presión arterial", añade Juli Carballo, cardiólogo intervencionista y jefe de Cardiología del Instituto del Corazón Teknon. Esta técnica, además, tiene la ventaja de que raramente se producen complicaciones en su realización, aunque es muy importante que quien realice la denervación renal esté experimentado en el procedimiento.
"Esta técnica ofrece esperanza a los pacientes que luchan por controlar su presión arterial y abre nuevas puertas en la búsqueda de soluciones más efectivas para controlar este importante factor de riesgo cardiovascular. Continuar la investigación y la colaboración entre médicos y científicos es fundamental para seguir explorando su potencial y mejorar la atención de los pacientes con hipertensión resistente. Con un enfoque integral y colaborativo, podemos avanzar hacia un mejor manejo de la hipertensión y mejorar la calidad de vida de aquellos que viven con esta condición crónica", apunta Moisés.