El Ministerio de Sanidad aprobó en febrero la financiación de Todacitan, un fármaco que ayuda a dejar de fumar en sólo 25 días. El anuncio se produjo tras la retirada del mercado de dos medicamentos que tenían la misma indicación. Por un lado, el Champix (vareniciclina) por contener nitrosamina por encima de los niveles que exige la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS); y por otro, el Zyntabac (bupropión) por problemas de distribución.
Esta falta de suministro también se vivió en algunas farmacias con el Todacitan debido al aumento de la demanda inesperada por parte del laboratorio polaco que lo fabrica, Aflofarm. El riesgo de desabastecimiento en fármacos antitabaco será menor en los próximos meses, después de que se haya lanzado al mercado Recigarum, un nuevo medicamento para dejar de fumar en 25 días y que también financiará el Sistema Nacional de Salud (SNS).
"Es una buena noticia para los fumadores que quieren hacer un intento serio de abandono", valora Carlos Rábade, neumólogo y coordinador del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), en declaraciones a EL ESPAÑOL. Por su parte, el doctor Raúl de Simón, coordinador nacional del grupo de trabajo de tabaquismo de SEMERGEN, en la presentación del Recigarum ha lamentado que se esté dejando fuera de la financiación "a muchos fumadores" por las condiciones que fija el Ministerio de Sanidad.
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Los pacientes deben estar incluidos en un programa de apoyo de deshabituación tabáquica, y tendrán que expresar su motivación para dejar de fumar, que se puede constatar con un intento en el último año. Además, han de ser consumidores de 10 cigarrillos —o más— al día. Así, quienes cumplan con estos requisitos podrán beneficiarse de una cobertura de entre el 40 y el 60% (Recigarum y Todacitan tienen el mismo precio sin financiación).
Cuáles son las diferencias
"La principal diferencia, en comparación con Todacitan, es que Recigarum se presenta en forma de blíster estandarizado para seguir la posología", explica Rábade. Esto podría facilitar la adherencia al tratamiento, que se inicia con tres días en los que el individuo debe tomar el comprimido cada dos horas, sin sobrepasar la dosis diaria máxima (seis comprimidos). La frecuencia se disminuye de manera progresiva hasta llegar a los dos comprimidos entre los días 21 y 25 del tratamiento.
Los fumadores que recaigan una vez finalizado el tratamiento deberán esperar entre dos y tres meses. Eso sí, ya sin la cobertura de la Seguridad Social, que sólo cubre un intento al año por paciente. "En cuanto a los datos que tenemos de Recigarum, es importante saber que en ensayos duplica las posibilidades de éxito frente a placebo", señala De Simón, "además, se ha comparado frente a terapia sustitutiva con nicotina, donde es superior en su uso a ocho semanas". También ha destacado que alrededor del 8% de los pacientes que ha tomado el nuevo fármaco alcanza la abstinencia.
"El paciente debería dejar de fumar al quinto día para evitar cualquier efecto adverso", apunta la farmacéutica especialista en tabaquismo y miembro del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) Noa Rey. Los efectos adversos más frecuentes, de hecho, pueden deberse al abandono del tabaco: cambios en el apetito, incremento de peso, irritabilidad, cambios de humor, ansiedad o trastornos del sueño, entre otros.
Aun así, Rábade llama a la calma: "Es importante recalcar a la población que es un fármaco seguro, libre de efectos adversos graves". Según la ficha técnica de Recigarum, la proporción de pacientes que abandonaron el tratamiento debido a reacciones adversas fue entre el 6 y el 15,5%. "En estudios controlados dicho valor era semejante a la proporción de pacientes que abandonaron el tratamiento en el grupo tratado con placebo", reza el documento.
Otra de las diferencias de este nuevo fármaco es que durante los 25 días se hará un seguimiento del paciente mediante un canal de WhatsApp en el que podrá resolver todas sus dudas. Esta función quizás no sustituya la labor de un especialista. Y es que como apunta Rey, "la medicación específica para dejar de fumar triplica las probabilidades de ser abstinente si se hace acompañado de un profesional sanitario".
Fármacos de origen bélico
"Aunque en la presentación se ha utilizado el término 'citisiniclina', en realidad, el principio activo de Recigarum es el mismo que el del Todacitan, la citisina", aclara Rey. La farmacéutica también explica que este alcaloide vegetal llegó hace dos años a España, pero en el resto de Europa lleva décadas comercializándose y no se ha reportado ningún efecto adverso grave.
La citisina está presente en el laburno (Laburnum anagyroides), un árbol muy común en países de Europa Central. Su presencia en esta zona provocó incluso que durante la II Guerra Mundial los soldados rusos y alemanes fumaran esta planta, ya que las hojas reducen los síntomas del síndrome de abstinencia a la nicotina, como indican en este estudio. La citisina también evita la adicción. Es por este motivo por el que se fijan periodos cortos para el tratamiento, tanto del Recigarum como del Todacitan.
No fue hasta 1964 cuando se fabricó el primer medicamento con citisina en Europa para dejar de fumar. "A día de hoy, existen países en los que este principio activo forma parte de un medicamento OTC; es decir, aquellos que no necesitan prescripción médica", explica Rábade, como prueba de su fiabilidad.
No obstante, en España no hay cifras oficiales acerca del éxito de ambos fármacos. El propio Rábade está participando en un estudio observacional —cuyos resultados definitivos presentarán a mediados del próximo año— en el que han analizado la efectividad en la práctica clínica. "Tenemos esperanza de que va a poder ser un fármaco beneficioso para los fumadores", adelanta el neumólogo. Rábade no duda en que Todacitan y Recigarum serán dos fármacos que van a tener un papel muy importante en ayudar a muchos españoles a dejar de fumar.