Un anciano en silla de ruedas eléctrica en un parque.

Un anciano en silla de ruedas eléctrica en un parque. Ricardo Rubio / Europa Press

Salud

La enfermedad común que se vuelve letal si se sufre antes que las demás: arrebata 13 años de vida

El orden en el que se desarrollan problemas de salud como la diabetes influye en la esperanza de vida a medida que las enfermedades se acumulan.

24 agosto, 2023 03:15

Cuando se padece algún problema de salud crónico, es habitual desarrollar otras enfermedades asociadas. Como ejemplo, solo en Reino Unido el 25% de la población adulta sufre dos o más problemas de salud a largo plazo. Y este porcentaje se dispara con la edad: el 65% de los mayores de 65 años ya acumula dos o más enfermedades, un porcentaje que asciende al 82% en los mayores de 85 años.

Sufrir una única enfermedad crónica ya se relaciona con una peor calidad de vida y una menor longevidad. Pero si las enfermedades se acumulan, la cosa empeora. Ahora, un nuevo estudio publicado en The Lancet Public Health plantea que no solo  importa qué enfermedades se padecen, sino también el orden en el que han ido apareciendo.

Como explica en un artículo reciente en The Conversation Rhiannon Owen, profesora de estadística de la Universidad de Swansea y autora principal del estudio, este nuevo trabajo evaluó cómo se van desarrollando diversasenfermedades a lo largo del tiempo, y qué efectos puede tener dicho desarrollo en la esperanza de vida.

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Se analizaron de forma específica la psicosis, la diabetes y la insuficiencia cardíaca, dado que estas condiciones juntas pueden producir disminuciones significativas de la esperanza de vida. Para el estudio, se rastreó el desarrollo de estas tres enfermedades durante un periodo de 20 años en más de 1,6 millones de adultos de 25 años o más.

Se usaron datos del Banco de datos SAIL, el cual posee registros administrativos y de salud anónimos recopilados de forma rutinaria en la población de Gales (Reino Unido). Además, también se trabajó con pacientes de todo Reino Unido para aprender más sobre la experiencia de vivir con múltiples enfermedades en el largo plazo.

Se tuvieron en cuenta el orden y el momento en el que los pacientes estudiados desarrollaron psicosis, diabetes y/o insuficiencia cardíaca. También se analizó a qué edad surgieron estas enfermedades, el sexo de los pacientes, el acceso a cuidados sanitarios y el impacto que dichas afecciones tenían en su esperanza de vida.

Según los hallazgos del estudio, el orden en el que se desarrollaron las enfermedades tuvo un importante impacto en su esperanza de vida: desarrollar primero diabetes, a continuación psicosis y finalmente insuficiencia cardíaca fue lo que causó una mayor pérdida de esperanza de vida: hasta 13 años de media.

Las personas que desarrollaron las mismas enfermedades pero en orden diferente se vieron menos afectadas. Según explica Owen, un hombre de 50 años que viviese en una zona de carencia media podría experimentar una disminución de esperanza de vida de más de 10 años dependiendo del orden en el que hayan aparecido estas tres enfermedades en particular.

Además, sufrir diabetes, psicosis y finalmente insuficiencia cardíaca en ese orden no solo sería lo que más esperanza de vida restaría, sino que también aumentaría más el riesgo de desarrollar otra enfermedad más asociada. También incrementaría el riesgo de morir en los cinco años posteriores a su último diagnóstico.

Sin embargo, desarrollar más enfermedades no siempre equivale a una reducción de la esperanza de vida. Sufrir psicosis y diabetes, en cualquier orden, resultaba en una longevidad superior que sufrir solo psicosis, un hallazgo paradójico según los investigadores. Así mismo, la insuficiencia cardíaca por sí sola en combinación con la psicosis tenía un efecto similar sobre la esperanza de vida "al peor de los casos", independientemente del orden.

Owen y sus colegas sugieren que, en el futuro, se debería intentar evaluar el impacto de los programas e intervenciones de detección a la hora de retrasar el desarrollo de nuevas enfermedades a largo plazo, y así prolongar la esperanza de vida. Sin embargo, recuerdan que su investigación no carece de limitaciones. Así, se usó información de registros de salud recopilados de forma rutinaria, la cual no siempre es precisa y puede carecer de precisiones.

Los investigadores también recuerdan algo conocido: las personas que sufren diversas enfermedades de forma conjunta y a largo plazo son las que más necesitan usar los servicios de salud y medicación. Esto a su vez también se asocia a una peor calidad de vida, y a una menor esperanza de vida. Pero se debe seguir estudiando cómo el orden de las enfermedades incluye en este complejo sistema, y qué enfermedades sí reducen la esperanza de vida, cuáles no, y qué combinaciones pueden ser peores que otras.