El 23-J se acerca y la salud mental se ha convertido en una de las propuestas estrella de los principales partidos políticos. Con diferencia, adolescentes y jóvenes centran las principales líneas. Según los datos provisionales que publica el INE, 84 jóvenes fallecieron mediante muerte autoinflingida en 2022. Es un 12% más respecto al año anterior, lo que ha puesto en sobreaviso a nuestros gobernantes. No obstante, los políticos se han olvidado de un grupo de población, las personas más longevas de nuestro país son las que más se suicidan.
Atendiendo a los mismos datos del INE, la tasa de muertes autoinfligidas entre los 10 y los 14 años es de 0,47 por 100.000 habitantes. De 15 a 19 sube al 2,85. Las cifras son dramáticas, pero distan mucho de las que acumulan los grupos de edad más avanzada: 80 a 84, 11,30 por 100.000 habitantes; 85 a 89, 14,96; y 90 años o más, 11,80.
"La vejez trae consigo numerosas pérdidas: psicológicas, sociales, laborales, cognitivas, etc. Y existe la presencia de numerosos factores de riesgo que tienden a aumentar la probabilidad de que la conducta suicida se presente", explica Iván Vinuesa, psicólogo especialista en duelo y suicidio y colaborador en Psicólogos Princesa 81.
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La soledad no deseada suele ser el punto más referido para aclarar la casuística de este fenómeno. No por profesionales, sino por políticos. Por eso, es cierto que tanto el programa del Partido Popular como el de Sumar incluyen un apartado sobre medidas para paliar esta lacra entre las personas mayores. El problema, como comentaba a EL ESPAÑOL en un artículo anterior Víctor Pérez-Solá, presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, es que "creemos que la soledad es algo de mayores, pero no es así".
No es sólo soledad
Sus palabras se ven refrendadas por el último informe del Observatorio de la Soledad No Deseada. Cerca del 40% de las personas que sufren de este problema tienen menos de 34 años. El dato dobla al de mayores de 65. El suicidio en mayores no sólo se puede frenar atendiendo a la soledad. Como bien apunta Vinuesa, esto es algo "multifactorial".
"Tradicionalmente, se ha mantenido que la tasa de suicidios aumenta con la edad debido, principalmente, a que utilizan métodos más letales, lanzan menos señales de aviso y los suicidios están más planificados, debido a que no son actos impulsivos, sino producto de un proceso de reflexión", indica por su parte Sara Martínez de Pedro, vocal de la Asociación Española de Psicogerontología. "A estas cuestiones, hemos de añadir que poseen una mayor vulnerabilidad ante los eventos vitales y una mayor prevalencia de trastornos mentales", remacha.
Psicóloga y responsable del Centro de Día Monteparís Mayores, entre las situaciones que pueden aumentar la vulnerabilidad para la aparición de un problema de salud mental entre las personas mayores, señala: enfermedades crónicas de larga duración como la artrosis, diagnóstico reciente de una enfermedad temida, hospitalizaciones recurrente o prolongadas, cambios recientes o frecuentes del lugar habitual de residencia, estar sufriendo abuso o maltrato (físico, psicológico, económico, etc), duelo de menos de un año o viudedad reciente, cuidar a una persona con dependencia o dificultad para adaptarse a la jubilación.
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"Tenemos que aprender de aquellos países que han destinado recursos en política de prevención del suicidio", lanza Vinuesa. Hungría y Dinamarca son dos ejemplos de ello. Sin embargo, al igual que sucede en España, cuesta encontrar medidas destindas específicamente a la población más mayor. Así, una gran revisión publicada en The American Journal of Geriatric Psychiatry denunciaba que los ancianos "están muy poco representandos en los estudios que dan forma a las estrategias nacionales de prevención del suicidio".
Los programas electorales de este 23-J son un ejemplo de ello. "Brindaremos el derecho a una salud mental universal, pública y de calidad. En el marco de un Pacto de Estado por la Salud Mental, pondremos especial foco en las personas jóvenes, que permita el refuerzo de la presencia de especialistas en salud mental y coordinación con el sistema sanitario. Impulsaremos una estrategia nacional contra el Suicidio Juvenil", expone el del PSOE. "Salud mental en la infancia", indica el del PP. Sumar sigue la misma línea: "Medidas específicas para atender y prevenir los problemas de salud mental entre las personas jóvenes" (Sumar). Vox no desarrolla más allá de mejorar el cuidado de la salud mental.
Con la salvedad mencionada de la atención a la soledad no deseada, el problema del sucidio en mayores se disipa entre muchas otras medidas centradas en otros grupos poblacionales. La pregunta del edadismo es inevitable.
La sombra del edadismo
Por edadismo se entienden estereotipos, prejuicios y discriminación en base a la edad. Según un informe de la OMS de 2021, uno de cada tres europeos se ha sentido alguna vez víctima de este problema, con el siguiente perjuicio que eso conlleva para temas como la salud. Por ejemplo, el documento desvela que los sanitarios tienen mayores probabilidades de no realizar intervenciones quirúrgicas o practicar diálisis a medida que incrementa la edad.
"Cuando consideramos el suicidio como un hecho causal en nuestros mayores o normalizamos la presencia de los factores de riesgo en edad avanzada estamos contribuyendo a caer en este estereotipo y prejuicio que tanto daño hace sobre este colectivo", lamenta Vinuesa. "El edadismo está presente en la sociedad y desde las asociaciones como la Asociación Española de Psicogerontología o el Grupo de Promoción del Buen Trato hacia las Personas Mayores del Colegio Oficial de Psicología de Madrid realizamos sensibilización para dar a conocer lo que implica ser mayor”, apostilla Martínez de Pedro. "El envejecimiento no es por sí mismo un periodo negativo".
El edadismo es en parte responsable también de que se normalicen las señales de alarma de riesgo de sucidio en gente mayor. "Son cosas de la edad", ya saben. Los expertos detallan que algunas de ellas, más allá de comentarios verbales de culpabilidad, inutilidad o frustración, suelen pasar muy desapercibidas, como cambios en el estado de ánimo, variaciones en sus horarios y rutinas, problemas de sueño y concentración, aumentar el número de discusiones o descuidar la propia imagen y el aseo personal. Al ser algo que tienden a realizar de manera meditada y premeditada, suelen redactar cartas de despedida.
Como bien puntualiza Martínez de Pedro, estar atentos a ellas es cosa de todos, porque no sólo los profesionales sanitarios pueden prevenir el suicio. "Cualquier persona puede colaborar en la prevención", sentencia. Ser cálidos con ellos, empáticos, empoderarles y escucharles son algunas de las medidas que proponen los psicólogos a nivel individual. A fin de cuentas, como bien apunta Vinuesa, "tarde o temprano todos podremos llegar a esta etapa vital". A nivel político, el psicólogo pide de cara al 23-J más recursos y un Plan Nacional integral que combata la realidad de la problemática del sucidio en todas las edades.
*Si se necesita ayuda urgente, se puede llamar las 24 horas del día al 112. Si se necesita apoyo psicológico, están disponibles las líneas de Atención telefónica a las personas mayores: 900 25 26 26 y el Teléfono de la esperanza Prevención del suicidio: 717 003 717.