Aunque los cordomas y condrosarcomas de base de cráneo sean dos tipos poco frecuentes de cáncer de huesos, cualquier avance que pueda reducir el tiempo de tratamiento siempre resultará fundamental para aquellos pacientes que lo sufran. En este sentido, el Centro de Protonterapia Quirónsalud ha puesto en marcha un ensayo clínico fase II para analizar los beneficios de la protonterapia hipofraccionada frente a estos tumores óseos cuando están ubicados en la base del cráneo.
El cordoma se forma con mayor frecuencia en el sitio donde se apoya el cerebro sobre el cráneo —es decir, la base del cráneo— o en la parte inferior de la columna vertebral, conocida como sacro. Por su parte, el condrosarcoma es un tipo de cáncer que se forma en el cartílago de los huesos y que, por lo general, se inicia en la pelvis, el hombro, las costillas o los extremos de los huesos largos de los brazos, las piernas y también en la base del cráneo.
El objetivo del estudio es analizar si consiguen mejores resultados clínicos acortando el número de sesiones pero utilizando dosis más altas de radiación por sesión, lo que se conoce como tratamiento hipofraccionado. "Se ofrece así una ventaja añadida para los afectados por estos tumores, al reducir los efectos secundarios asociados a su tratamiento con la consiguiente mejora de su calidad de vida", asegura la doctora Moreno Sallabanda, especialista del Servicio de Oncología Radioterápica del Centro y una de las investigadoras principales de este trabajo.
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El tratamiento estándar en estos pacientes cuando la enfermedad está localizada es la cirugía, pero casi nunca se obtienen resecciones completas debido al riesgo de efectos secundarios. Esto hace que la radioterapia postoperatoria, o en exclusiva cuando no hay posibilidad de operar, sea un tratamiento necesario en estos casos.
En el caso de la protonterapia, se ha observado que "es la técnica que mejores resultados ofrece gracias las características físicas de los protones, que permiten radiar con una precisión milimétrica minimizando el daño en el tejido sano circundante", apunta el doctor Juan Antonio Vera, especialista del Servicio de Física Médica del Centro de Protonterapia Quirónsalud y quien también coordina el estudio junto con la doctora Sallabanda.
Centro pionero en España
Puesto en marcha por el Centro de Prontoterapia Quirónsalud, que en 2019 se convirtió en el primero en utilizar la terapia de protones en España, el objetivo del estudio es demostrar que en algunos casos se puede disminuir sustancialmente el número de sesiones empleadas.
El estudio se encuentra ahora en fase de reclutamiento de pacientes. Cuando se alcance el número suficiente, podrán analizar los resultados en base a dos aspectos fundamentales. Por un lado, la eficacia terapéutica en relación al tratamiento largo estándar, que se realiza en 37 sesiones, y cuyo objetivo será reducirlo a 5, con resultados equivalentes o incluso superiores en control local y supervivencia. Además, se comprobará la tolerabilidad aguda y crónica del esquema.
"Debido a las características biológicas de estos tumores, que tienen una mejor respuesta a las dosis altas de radiación por sesión, podríamos realizar tratamientos más cortos que impacten menos en su calidad de vida", explica la doctora Sallabanda.
La protonterapia sigue siendo un tratamiento oncológico con acceso muy limitado en nuestro país, dado que actualmente solo hay dos centros equipados con esta tecnología. "Por tanto, si conseguimos mejores resultados con menos sesiones de tratamiento en determinados tumores, conseguiríamos ampliar su uso a más pacientes oncológicos que también pueden beneficiarse de esta radioterapia tan precisa", reconoce el doctor Raúl Matute, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del Centro de Protonterapia Quirónsalud.
Reducir los efectos secundarios
El hipofraccionamiento es una estrategia utilizada ya de forma habitual en los esquemas de radioterapia en un amplio abanico de tumores sin menoscabo de la supervivencia. En algunos tumores el hipofraccionamiento supone incluso una mejora en dichas tasas de supervivencia.
Hay algunas experiencias institucionales retrospectivas publicadas de hipofraccionamiento con Prontoterapia en tumores de próstata, pulmón, sarcomas retroperitoneales, mama, tumores hepáticos, reirradiaciones de tumores de nasofaringe y tumores cerebrales benignos como meningioma o neurinomas. En general, los resultados son prometedores en todos ellos. A esta lista se unirá el estudio de los doctores Saballanda y Vera, que constituye el primer ensayo europeo prospectivo perfectamente reglado de un hipofraccionamiento más extremo en este tipo específico de tumores.
El hipofraccionamiento es una estrategia utilizada ya de forma habitual en los esquemas de radioterapia en un amplio abanico de tumores sin menoscabo de la supervivencia. En algunos tumores el hipofraccionamiento supone incluso una mejora en dichas tasas de supervivencia.
La incorporación de esta estrategia a una técnica de mayor precisión como la protonterapia traerá consigo al menos una reducción de los efectos secundarios de los tratamientos. Y, en consecuencia, una mejora en la calidad de vida de los pacientes. Además, el hecho de reducir de forma tan significativa el número de sesiones de radioterapia hace que la experiencia que los pacientes tienen de su tratamiento mejore de forma muy importante.
Esta pauta de tratamiento se va a analizar en la 62 Reunión Anual del Grupo Cooperativo en Terapia de Partículas (PTCOG, por sus siglas en inglés), que se está celebrando este mes de junio en Madrid. La celebración de este congreso ayudará a difundir y promover el uso de la terapia de protones, que es, a día de hoy, la modalidad de radioterapia externa de mayor precisión.
Al darla a conocer a profesionales de la medicina y al público en general, esta innovadora técnica en España contribuirá a aumentar la supervivencia de los pacientes y mejorar su calidad de vida. Asimismo, sentará las bases para un intercambio permanente de conocimientos y experiencias entre nuestros científicos y profesionales y sus homólogos del resto del mundo.