En el último lustro se ha vivido un aumento constante de las circuncisiones en España.

En el último lustro se ha vivido un aumento constante de las circuncisiones en España. Pablo García Santos

Salud

El misterioso 'boom' de las operaciones de fimosis en España: de 5.838 a 29.582 en sólo cinco años

Los últimos datos de Sanidad señalan que la franja de edad con más circuncisiones ha cambiado: la mayoría de casos son entre los 15 y 44 años.

1 junio, 2023 02:47

El número de circuncisiones practicadas en España ha vivido un espectacular incremento en los últimos cinco años. Ni siquiera la pandemia ha conseguido frenar una tendencia imparable, lo que es más extraño todavía si tenemos en cuenta que, salvo excepciones, es un procedimiento no urgente.

El Registro de Actividad de Atención Especializada es una base de datos del Ministerio de Sanidad que recoge, desde 2016, indicadores básicos del sistema nacional de salud, como número de diagnósticos de una patología, bajas y altas hospitalarias, intervenciones quirúrgicas que requieren ingreso o ambulatorias, etc. Sustituye y amplía la base de datos anterior, conocida como Conjunto Mínimo Básico de Datos.

Durante la primera mitad de la pasada década, el número de circuncisiones no superaban las 3.000 anuales. En 2016, sin embargo, se cuantificaron 5.838. La inmensa mayoría, 4.364, fue en niños de entre 1 y 14 años. El año siguiente se registraron cifras ligeramente más altas, pero a partir de 2018 la cosa cambió: el número de intervenciones entre 1 y 14 años aumentó hasta las 5.162, pero las practicadas entre los 15 y los 64 años se dispararon: de 1.122 un año antes a 5.608.

El número total de circuncisiones había crecido hasta las 12.715, el doble del año anterior, y algo similar ocurrió en 2019: ya se contabilizaban 24.462. Solo 2020 vio un pequeño freno, bajando hasta las 22.376, pero en 2021, último año con registros, se notificaron 29.582 intervenciones, quintuplicando las cifras de un lustro atrás.

Con esta evolución, el grupo de edad donde más se practicaban pasó de ser el de niños y púberes al de adolescentes y jóvenes adultos. Ese último año, la primera franja de edad registró 8.823 extirpaciones quirúrgicas de parte o todo el prepucio, la piel que recubre el glande. La segunda franja, que va desde los 15 a los 44 años, registró 11.298.

En las culturas judía e islámica es común la circuncisión, así como en ciertas poblaciones africanas o incluso entre los aborígenes australianos, y suele practicarse en el primer año de vida. No obstante, las razones religiosas no entran entre las indicaciones para la operación en la sanidad pública. Además, según los datos del RAE-CMBD, la población menor de un año es la que menos circuncisiones contabiliza en España: de 65 casos en 2016 a 101 hace dos años.

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Frente a estas cifras, a lo largo de 2021, se practicaron 4.958 entre los 45 y los 64 años; entre los 65 y los 74 años, 2.290. También hubo 2.112 personas mayores de 74 que se sometieron a esta intervención durante dicho periodo.

En los últimos cinco años se observa un aumento de los diagnósticos de trastornos del prepucio, entre los que se incluye la fimosis, una estrechez del mismo que impide que se retraiga. Si en 2016 se notificaron 33.073 casos, en 2021 alcanzaron los 51.161, un 54,7% más. No parecen encajar del todo con las intervenciones practicadas en el mismo periodo.

"A veces se codifican como circuncisiones problemas de frenillo, cuando la parte posterior del pene no permite que el prepucio descienda de forma adecuada", explica el urólogo del Hospital Quirónsalud Valencia Javier Pérez Ardavín

Sin embargo, la razón que explica para este profesional la popularidad de la circuncisión es otra. "Actualmente, le damos mucha más importancia al pene, los jóvenes de hoy en día tienen relaciones sexuales a edades más tempranas y [para ellos] es importante la comodidad".

Aunque no ha vivido personalmente este 'boom', el urólogo admite que ha tenido pacientes que han acudido a consulta por "prepucio redundante" (piel más larga de lo normal) o "incluso color en la zona, que le molestaba y preferiría tenerlo un poco más limpio".

Problemas de salud

Aunque el tema estético no es razón suficiente para indicar una circuncisión en la sanidad pública, este experto admite que, al realizar la exploración del pene cuando no está erecto, es difícil identificar si la persona dice la verdad cuando informa de una molestia.

En la sanidad privada se admiten las razones religiosas o estéticas. "A veces les comento a mis estudiantes que es más una cirugía estética que de Urología por el componente que tiene", comenta.

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La comodidad y la estética explicarían el incremento de este procedimiento precisamente en la franja de edad que más ha crecido, y en parte también el del resto. El aumento de la esperanza de vida favorece más intervenciones en edades avanzadas, donde el componente salud está más presente.

"Existen varias patologías que influyen en la fimosis, como la diabetes, la balanitis, que son infecciones del glande, o incluso enfermedades de la piel como el liquen", que pueden provocar dificultades en la micción. 

Aunque en la mayoría de los casos no tiene carácter urgente, hay ocasiones en las que una fimosis importante, "de forma que no logramos ver la cara interior del pene" puede generar "imposibilidad de ejecutar un buen calibre de micción" y hasta promover, en edades avanzadas, "el crecimiento de tumores en el glande".

A pesar de que se ha asociado esta intervención a un menor número de infecciones de transmisión sexual, es algo que está en entredicho. Sin embargo, es cierto que un pene circundidado permite una higiene más sencilla y un menor riesgo de infecciones urinarias, entre otros beneficios. El disfrute sexual, con todo, no se vería modificado.