¿Qué quieres ser de mayor? Esta es una de las preguntas a la que nos someten los adultos prácticamente desde que aprendemos a hablar. Las respuestas han variado en los últimos años: las nuevas generaciones ya no quieren ser futbolistas, sino influencers. En el ámbito sanitario, parece que las preferencias de los futuros médicos también han cambiado con el paso del tiempo: ahora quieren ser dermatólogos, en vez de pediatras. O al menos, así queda reflejado al ver las especialidades escogidas por los 500 primeros puestos del MIR en los últimos 20 años.
A principios de este siglo Pediatría y sus áreas específicas (así es como se conoce a la especialidad MIR encargada de la salud de los niños desde el nacimiento hasta la adolescencia) llegó a ser elegida por 89 entre los 500 mejores médicos de 2002. Esta cifra ha caído de manera progresiva hasta que hace dos años experimentó su punto más bajo: tan sólo 19 de las 500 mejores notas escogieron Pediatría. Un número que también se ha repetido este año entre los primeros 400.
Por su parte, Dermatología ha sufrido, en el mismo período de tiempo, una tendencia completamente opuesta. Así, de los 37 residentes que optaron por esta especialidad en 2002 entre los 500 primeros puestos se ha pasado a 91 en 2021. Este año, de hecho, ya ha colgado el cartel de "agotado", y eso que sólo habían tenido la oportunidad de elegir su futuro 566 candidatos. Ha sido por ello el año en el que más rápido se ha resuelto la especialidad. ¿A qué se debe este cruce de caminos? ¿Ya no hay vocación de pediatra? ¿Los futuros médicos priorizan las condiciones laborales por encima de todo?
El pediatra de Urgencias David Andina ha sido uno de los que ha denunciado cómo se ha 'desinflado' la especialidad. Considera que existen varias circunstancias que explican esta situación. Aunque destaca sobre todo el cambio que se ha producido en las guardias en los últimos años: "En las especialidades de primera llamada [como es el caso de Pediatría] las guardias se han convertido en trabajar a destajo las 24 horas seguidas. A las tres de la madrugada seguimos viendo pacientes y apenas hay momentos para descansar ni para ir al baño".
Teniendo en cuenta estas circunstancias, cree que es lógico que los futuros médicos, que durante la residencia van a hacer unas cinco o seis guardias al mes, huyan de una especialidad con este tipo de guardias. Además, la situación actual de colapso en la Atención Primaria agrava la problemática: "Hay más situaciones de conflictividad verbal, e incluso a veces agresiones físicas. En especialidades como Pediatría se percibe más puesto que el contacto con el paciente y su familia es mayor".
Cuáles son los motivos
El vicepresidente de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), el doctor Pedro Gorrotxategi, no considera importante que en el conjunto de los 500 primeros puestos haya decaído la especialidad. "La Pediatría es bastante demandada, una vez eligen la mitad de los que aprueban el MIR, el resto ya no puede escogerla".
Aunque le reste importancia a la caída, Gorrotxategi es consciente de que se trata de una especialidad que "no da mucho dinero", a diferencia de otras como Dermatología, que se suele asociar a una mejores condiciones laborales al resultar menos compleja la compatibilidad entre el sector público y privado.
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El portavoz de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), el dermatólogo Juan García-Gavín, defiende en declaraciones a este periódico que la mayoría de sus colegas forman parte del sector público. Sin embargo, una encuesta elaborada precisamente por la AEDV reveló que en 2019 casi el 80 por ciento de los dermatólogos ejercen su actividad en el sector privado y sólo dos de cada 10 lo hacen exclusivamente en el sector público.
La pediatra Belén Aguirrezabalaga no duda en reconocer que en Dermatología el terreno público y privado resulta inmenso y con casi infinitas salidas laborales. "Por tanto, si te gustan dos o tres especialidades distintas, lo mismo prefieres decantarte por aquella en la que las condiciones no sean tan malas. Porque después de los cuatro años de residencia vas a tener toda una vida laboral por delante", sentencia la pediatra. En este sentido, Andina afirma que en la Pediatría las expectativas de trabajo en la privada no son mejores que en la pública. "Hay veces en las que son incluso peores que en el sector público".
Los pediatras consultados por este periódico coinciden en que no existe una causa exacta que explique este cambio de tendencia. Aguirrezabalaga cree que puede ser el siguiente paso de la crisis en la Atención Primaria (AP). "Si los futuros residentes ven que los pediatras de AP están saturadísimos de trabajo y sus condiciones laborales no son buenas, pues no es de extrañar que se decanten por otra especialidad", valora.
Entiende a la perfección que a los futuros médicos se les haya quitado las ganas de querer ser pediatras, teniendo en cuenta la imagen que se da: "Si te dicen 'no hagas Pediatría ni Medicina de Familia porque están fastidiadísimos, las condiciones laborales son muy malas y acabas quemados en 10 años', es normal que no la escojan".
La especialidad más fiel
La falta de reconocimiento de las especialidades pediátricas en España, a diferencia de lo que ocurre en algunos países de nuestro entorno, es otro de los motivos que, según Andina, han podido provocar la caída de la especialidad entre los 500 primeros puestos del MIR: "Todavía no se reconoce a un neonatólogo, a un cardiólogo pediátrico o a un urgenciólogo pediátrico, entre otras subespecialidades".
Aguirrezabalaga asegura que, bajo este contexto, las nuevas generaciones de sanitarios ya no sólo piensan en si les gusta la especialidad o no, sino en qué salida laboral tiene. Esta recomendación también la transmite la residente Teresa Silva, quien realiza la especialidad de Pediatría y sus áreas específicas en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz: "La vocación es muy importante, pero aquella persona que vaya a escoger una especialidad tiene que tener en cuenta la calidad de vida que le ofrece".
En su segundo año de residencia Silva no se plantea por el momento abandonar la especialidad. "Aunque haya momentos duros y sea una especialidad que tiene muchas exigencias, no es nada que no se pueda superar". En realidad, resulta complicado encontrar a alguien que sí lo haya hecho, a tenor de un documento interno que el Ministerio de Sanidad elaboró con datos desde 2016 hasta 2021. Éste muestra que la especialidad MIR con menos abandonos es Pediatría (1,7%), sólo por detrás de Aparato Digestivo (con 1,3%) y Dermatología (con 0,8%).
Los pediatras demandan una mejora en las condiciones laborales para evitar que Pediatría desaparezca de los 500 primeros puestos del MIR en un futuro no tan lejano. Andina desconfía de que se vayan a tomar medidas para que la situación mejore: "Creo que las diferencias en la selección de plaza serán cada vez más acentuadas".
Aun así, los estudiantes de Medicina sí que reconocen esta especialidad cuando se enfrentan por primera vez a ella: "Las prácticas de Pediatría son de las mejor valoradas por los estudiantes. Y eso crea vocación", apunta Aguirrezabalaga. Su compañero Gorrotxategi destaca que se trata de una especialidad con un elevado índice de satisfacción: "Aunque es un informe publicado por el Ministerio de Sanidad en 2014, la segunda especialidad que los médicos hubieran elegido de haber obtenido una mejor plaza o de existir un mayor número de ellas hubiera sido Pediatría, sólo por detrás de Dermatología".
El vicepresidente de la AEPap presume de es una especialidad muy atractiva para el profesional porque estás en contacto con los pacientes. "A mí me llaman familias que se han marchado de vacaciones a Alicante", comenta Gorrotxategi desde el Centro de Salud de Pasaia en Guipuzkoa. "La Pediatría no está de capa caída", concluye.