Las farmacias son puntos estratégicos básicos para la vertebración de España. Y es que, al margen de lo evidente (ser los establecimientos sanitarios donde se dispensan los medicamentos que necesitamos), en buena parte del país, sobre todo donde la despoblación es un problema real, se erigen también en un actor de cohesión social y territorial capaz de responder al reto demográfico, generar riqueza y asumir funciones que van incluso más allá de las estrictamente sanitarias.
Sobre el estado actual del sector y su influencia en los entornos rurales, y del cómo puede replantearse el futuro de este tipo de establecimientos, se debatió en el Senado este pasado martes 17 de enero con motivo de la jornada 'Farmacia: Cohesión Social y Salud Pública'. El evento, organizado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, también sirvió para dar a conocer el informe elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) 'El modelo español de farmacia: una solución para el reto demográfico'.
El documento, presentado por el socio director de AFI, Diego Vizcaíno, constituye un sólido análisis independiente que sirve para trazar una "radiografía" de la situación de las farmacias rurales y de su peso sobre el tejido social y económico. Sobre esto último, el estudio trasluce conclusiones que ponen de manifiesto el impacto positivo de las farmacias rurales en su entorno, si bien también indica que hasta el 83,4% de las que se hallan en situación de viabilidad económica comprometida –"al límite", como describió Vizcaíno- se encuentran en municipios rurales de pequeño tamaño, por debajo de los 5.000 habitantes. [Descargue el informe aquí]
Esta paradoja es más acuciante si se toma en consideración la "labor imprescindible" de los farmacéuticos durante la pandemia e incluso más allá, como destacó la vicepresidenta primera del Senado, Cristina Narbona, durante la inauguración de la jornada. Pese a los diferentes puntos de vista de los ponentes, todos se mostraron de acuerdo al hablar del modelo farmacéutico español como un "ejemplo de cohesión social, igualdad y equidad" y, como destacó el presidente del Consejo General de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, una "conquista social de todos los ciudadanos".
Como introducción a la mañana, la secretaria general del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, Raquel Martínez, incidió en esa línea al poner en valor "el enorme potencial sanitario [de las farmacias] para mejorar la salud de los pacientes" al ofrecer "un servicio público de primera magnitud que se caracteriza por su calidad, equidad y cohesión en el acceso al medicamento".
Pero mirando al futuro, Martínez también dijo que mejorar la atención "implica la cooperación, la integración de los procesos e implica la continuidad asistencial, una transformación en la que la farmacia y los farmacéuticos pueden y quieren ser un elemento importante". Por todo ello, apunta, "estamos en un momento decisivo para la redefinición del sistema sanitario y la optimización de recursos y profesionales y estos datos demuestran claramente que la profesión farmacéutica debe jugar un papel fundamental ahora y, más aún si cabe en el futuro".
"Se necesita un cambio de mentalidad"
Se produce, por tanto, un choque entre la situación social y la viabilidad de estos establecimientos sanitarios vitales por su propia definición. ¿Cómo pueden conjugarse estas discrepancias?¿Cómo se puede mejorar u optimizar el modelo a partir de lo que ya existe? Sobre estas y otras cuestiones se reflexionó en la primera de las mesas de debate, moderada por la directora del Grupo de Comunicación La Comarca y en la que participaron Francisco Díaz, portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Despoblación y Reto Demográfico; José Manuel Hernando, portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Despoblación y Reto Demográfico; Alberto Catalán, senador de Unión del Pueblo Navarro y portavoz del Grupo Mixto; Beatriz Martín, portavoz del Grupo Democrático (Teruel Existe) en la Comisión de Despoblación y Reto Demográfico; y Secundino Caso, presidente de la Red Española de Desarrollo Rural.
En líneas generales, los ponentes ensalzaron ese papel vertebrador de las farmacias en las zonas más despobladas, donde se han erigido como un agente integrador. Además, su capacidad de resiliencia ha resultado clave no solo durante la pandemia sino actualmente, en lo que Alberto Catalán describe como una "crisis de la atención primaria". En este contexto las farmacias rurales también ven comprometida su viabilidad porque a veces "pasan horas sin que venga un cliente", como denuncia Secundino Caso, para lo cual insta a que haya una nueva legislación que permita a la farmacia rural "acometer otras tareas".
Sobre estas nuevas atribuciones se preguntaba José Manuel Hernando, quien
mencionó la colaboración a través del sistema de dosificación de medicamentos (SPD) como "muestra de la capacidad de las farmacias para ser un coadyuvante activo de políticas de protección de los más vulnerables". Y añade otras capacidades, como "el seguimiento terapéutico o la participación en campañas sanitarias" que "ponen en valor el enorme esfuerzo de las farmacias rurales para satisfacer necesidades más allá de sus propias funciones legislativas".
En esa línea, Beatriz Martín antepone la "necesidad de un cambio de tendencia y de mentalidad" más profundo y que atienda al problema de fondo, que no es otro que la despoblación. Un hecho que arrastra a las farmacias como lo ha hecho ya con muchos otros servicios y negocios que han generado una grave brecha en cuanto a la disposición de servicios en esas zonas: "Es un problema de estado y como tal, hay que aplicar medidas de estado", expresa.
Por todo ello las farmacias pueden ser parte de la solución. Por una parte, fomentando la "colaboración con los centros de atención primaria", como pide Catalán, algo que debe pasar "por reconocer el trabajo que se hace desde las farmacias"; o, como solicita la portavoz de Teruel Existe, a través de "medidas imaginativas para evaluar el tema y proponer medidas eficaces".
Cambio de paradigma en el sector sanitario
Antes de la segunda mesa de la jornada, la tesorera del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Ana López Casero, reflexionó en su intervención acerca del papel de la farmacia en el nuevo paradigma de salud pública, repasando algunas de las iniciativas llevadas a cabo con éxito por la profesión en distintas comunidades autónomas, “propuestas concretas basadas en experiencias reales desarrolladas desde diferentes ámbitos profesionales por los más de 78.000 farmacéuticos colegiados”, subrayó. Además, reiteró el ofrecimiento de la Farmacia “a la sociedad, las Administraciones y los responsables políticos para dotar a nuestro país del mejor modelo de salud pública posible”.
La siguiente mesa, bajo el título 'Salud pública, inteligencia sanitaria territorial desde la red de farmacias', estuvo moderado por Belén Gómez del Pino, periodista especializada en salud de Onda Cero. A su lado participaron María Esther Carmona, portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Sanidad y Consumo; Eduardo Raboso, portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Sanidad y Consumo; y los exsecretarios generales del Ministerio de Sanidad, Javier Castrodeza y José Martínez Olmos.
Puede que el mayor consenso en estas intervenciones fuera en lo relativo a la necesidad de tener "amplitud de miras", como expresó Eduardo Raboso, "para saber utilizar las capacidades de todos los profesionales sanitarios que sepan ejercer. Y eso implica a los médicos, enfermería, farmacia y todas las profesiones que tienen algo que ver con el hecho sanitario". "Cualquier expansión de capacidades ampliando competencias de los colectivos implicados me parece interesantísimo", concluyó.
Somos parte fundamental del sistema sanitario nacional y de la sociedad y queremos, podemos y estamos trabajando para que se aproveche todo el potencial que tenemos
Sin embargo, una de las barreras para ello es la falta de una colaboración fluida entre lo público y lo privado, como denunciaron varios ponentes. Es un escollo que, a juicio de algunos de ellos, no debe ser óbice para establecer una legislación que atienda a estos problemas en el entorno rural porque, como señala Castrozeda, "si todo lo que ocurre lo tenemos que seguir mirando con un marco normativo del pasado seguiremos teniendo problemas, por lo que yo creo que esto es una oportunidad".
Incluso durante la clausura de la jornada se remitió a la necesidad de soluciones desde las administraciones públicas por parte del secretario general para el Reto Demográfico, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Francesc Boya y el presidente del Consejo General de Farmacéuticos, Jesús Aguilar. Éste recordó que, aunque "la supervivencia del modelo de farmacia en los municipios rurales está comprometida", "somos parte fundamental del sistema sanitario nacional y de la sociedad y queremos, podemos y estamos trabajando para que se aproveche todo el potencial que tenemos para mejorar la salud y el bienestar de todos los ciudadanos".