Un nuevo estudio sobre una estrategia poco explorada contra la Covid-19 pone el foco en las proteínas humanas que usa el coronavirus para reproducirse y señala a la plitidepsina entre los fármacos más prometedores de esta vía.
El fármaco, cuyo nombre comercial es Aplidin, ha sido desarrollado por el laboratorio farmacéutico español Pharmamar y se encuentra en la última fase de ensayos clínicos antes de solicitar su aprobación.
La nueva vía de apuntar hacia la interacción entre proteínas humanas y virales sería beneficiosa para aquellas personas que no pueden vacunarse o tomar otros medicamentos entre otras razones, por ejemplo, tener un sistema inmune notablemente debilitado, apunta el periódico estadounidense The Washington Post.
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Nevan J. Krogan, director del Instituto de Biociencias Cualitativas de la Universidad de California en San Francisco, rastreó centenares de proteínas humanas y las virales que dependen de ellas.
El fármaco más prometedor
Junto a su equipo internacional, obtuvo una lista de 69 compuestos que tenían potencial para interrumpir las interacciones entre proteínas humanas y virales. De ellos, casi una veintena están en ensayos clínicos pero el más prometedor, apunta Krogan en The Washington Post, es la plitidepsina.
Este compuesto procede de una especie de ascidia o patata de mar que solamente se encuentra en las aguas de la isla de Ibiza. El medicamento, que también se estudia como terapia contra el cáncer, ha sido efectivo en tratar ratones infectados con cada una de las principales variantes del SARS-CoV-2.
El potencial de Aplidin para pacientes inmunodeprimidos comenzará a testarse antes de que acabe el año, anunció el presidente de Pharmamar, José María Fernández Sousa-Faro, en el III Simposio del Observatorio de la Sanidad, organizado por EL ESPAÑOL / Invertia.
También anunció la continuación de la fase 3 del ensayo del fármaco para los adultos ingresados por Covid-19, un trabajo que se paralizó por la llegada de las nuevas variantes.
El ensayo será multicéntrico, aleatorizado y controlado, y buscará determinar la eficacia y la seguridad de dos niveles de dosis de plitidepsina, que se administra por vía intravenosa, en estos pacientes.
El hecho de que las proteínas humanas sean objetivo de diversos fármacos no es nada raro. Al contrario, es lo habitual. Solo en el campo de las enfermedades infecciosas los fármacos suelen dirigirse principalmente a elementos externos.
Krogan y sus colaboradores han publicado su estudio en la plataforma Biorxiv en forma de pre-print, es decir, que todavía no ha sido revisado por expertos independientes.