Una innovadora terapia diseñada para modificar la enfermedad de Alzheimer ha logrado frenar en laboratorio la formación de placas amiloides, las proteínas con efecto tóxico que se acumulan en el cerebro, provocando la neurodegeneración. Se basa en el reemplazo de sangre total mediante exanguinotransfusión, según explican los investigadores de UTHealth Houston.
En un ensayo liderado por los profesores del Departamento de Neurología de la Escuela McGovern de UTHealth Houston, Claudio Soto y Akihiko Urayama, se realizaron transfusiones de sangre total a ratones modificados con un modelo de alzhéimer. De este modo llegaron a reemplazar parcialmente su sangre con ratones donantes sanos con el mismo linaje genético, según describe el artículo publicado en Molecular Psychiatry.
"Este artículo proporciona la prueba de que se pueden emplear tecnologías de uso común en la medicina, como la hemodiálisis o la plasmaféresis, para 'limpiar' la sangre de los pacientes de alzhéimer, reduciendo la acumulación de sustancias tóxicas en el cerebro", explica Soto. "Este enfoque tiene la ventaja de permitir tratar la enfermedad en la circulación sanguínea en lugar del cerebro".
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Estudios anteriores realizados por Soto y el resto de investigadores de UTHealth Houston han demostrado que los problemas de pliegue, agregación y acumulación de las proteínas beta amiloide en el cerebro son un factor desencadenante de la enfermedad de Alzhéimer. Por tanto, eliminar los acúmulos de proteínas que no se han desplegado correctamente y prevenir esta alteración se considera un tratamiento prometedor.
Sin embargo, el tratamiento de la enfermedad de Alzhéimer se ha visto complicado desde hace mucho por la dificultad para proporcionar agentes terapéuticos que puedan atravesar la barrera hematoencefálica. Sin embargo, en este último trabajo, el equipo de Urayama y Soto han descubierto que manipular los componentes involucrados en el alzhéimer que circulan por la sangre podría ser la clave para resolver el problema.
"Los vasos sanguíneos en el cerebro se consideran tradicionalmente como la barrera más impermeable del cuerpo", valora Urayama. "Somos conscientes de que esta barrera funciona al mismo tiempo como una interfaz especializada entre el cerebro y el sistema circulatorio", prosigue.
Tras múltiples tranfusiones sanguíneas, los investigadores descubrieron que el desarrollo de las placas amiloides cerebrales en los modelos transgénicos de ratones con alzhéimer se había reducido en una proporción entre el 40% y el 80%. Esta reducción también mejoró el desmpeño en memoria espacial en ratones ancianos que presentaban amiloidosis, y redujo a la mitad la tasa de crecimiento de la placa a lo largo del tiempo.
El mecanismo por el que el intercambio de sangre reduce la amiloidosis y mejora las capacidades cognitivas no se conoce con exactitud, pero hay múltiples posibilidades. Una posible explicación es que la reducción de las proteínas beta amiloides en el riego sanguíneo puede facilitar la redistribución del péptido del cerebro a la periferia.
Otra teoría postula que el intercambio sanguíneo evita de alguna manera el influjo de beta amiloide, o inhibe la asimilación del péptido que ya había sido depurado entre otras posibilidades. En cualquier caso, concluyen los autores, los mecanismos de acción relacionados con el tratamiento de intercambio de sangre demuestran que el tratamiento de la enfermedad de Alzhéimer puede tener un objetivo en la periferia.